La isla de Gotland, un destino veraniego popular en Suecia, está evolucionando hacia un importante emplazamiento militar estratégico de la OTAN en su confrontación con Rusia, según un informe de Bloomberg. Este año, a diferencia de lo habitual, la isla no solo ha cerrado sus puertos a turistas en octubre, sino que ha visto un incremento en la llegada de personal militar que está generando ingresos adicionales para los comerciantes locales.
Un trabajador agrícola local expresó su preocupación, mencionando que “se están apoderando de más territorio todo el tiempo”. La base de Tofta, situada en la parte occidental de la isla, ha crecido significativamente, albergando actualmente a aproximadamente 300 reclutas, en comparación con solo 40 en 2022.
Con el aumento de la actividad militar, la isla también ha comenzado a ser utilizada para maniobras que incluyen artillería, camiones y tanques. “El aumento de la actividad militar también ilustra cómo miles de millones de euros en nuevos gastos de defensa están remodelando las comunidades a lo largo de los límites orientales de la OTAN, cerca de Rusia”, indicó Bloomberg.
Posición Estratégica de Gotland
La ubicación de Gotland permite a las fuerzas militares monitorear y, si es necesario, controlar el acceso a las rutas aéreas y marítimas en el Báltico, que conducen a la provincia rusa de Kaliningrado y a San Petersburgo, la segunda ciudad más importante de Rusia. Históricamente, la isla ha sido un punto de interés estratégico, disputado por suecos, daneses y alemanes, e incluso ocupada por Rusia en 1808.
Durante la Guerra Fría, Gotland fue un bastión para miles de soldados suecos y contaba con sitios de escucha secretos y puertos para submarinos. Sin embargo, tras la disolución de la URSS, su estatus militar fue desmantelado. Hoy, tres décadas después, el panorama geopolítico está transformando su destino una vez más.
La gobernadora del condado de Gotland, Charlotte Petri Gornitzka, comentó sobre el crecimiento del regimiento militar en la isla, señalando que “la presencia militar es bastante notable en la vida cotidiana”. Por otro lado, el portavoz del Regimiento de Gotland, Tomas Ängshammar, indicó que, aunque la mayoría de los isleños aprecian la presencia militar, algunos han expresado molestias por el ruido y las restricciones en áreas de entrenamiento.
Reacciones de Rusia
Por su parte, Rusia ha insistido en que no tiene planes de atacar a los países occidentales. A principios de octubre, el presidente Vladimir Putin desestimó las preocupaciones, calificándolas de “tontería” y sugiriendo que los países de la OTAN deberían centrarse en sus propios problemas. En declaraciones anteriores, Putin también había señalado que las afirmaciones sobre un posible ataque ruso son “una mentira inverosímil” que busca manipular a la opinión pública en Europa.
El mandatario ruso enfatizó que el gasto militar de su país no puede compararse con el de la Alianza Atlántica y recordó que la población europea es casi el doble de la rusa.
Para profundizar sobre la situación de Kaliningrado, el enclave estratégico ruso rodeado por la OTAN, se puede consultar más información.
































































