El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha lanzado una fuerte acusación contra Estados Unidos al afirmar que su país está siendo sometido a una “guerra multiforme”, violando el Derecho Internacional. Este pronunciamiento se produce después de que el gobierno estadounidense informara sobre la destrucción de tres embarcaciones venezolanas en el Caribe, lo que ha llevado a Maduro a ordenar maniobras militares en la región.
Denuncias y maniobras militares
Durante una presentación televisada del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, Maduro manifestó su preocupación por lo que considera una “amenaza absolutamente repudiable, criminal e inmoral” por parte de Estados Unidos, especialmente en las últimas cinco semanas. Aseguró que el objetivo de esta agresión es apoderarse de las riquezas naturales de Venezuela a través de un cambio de régimen político.
“Venezuela logrará cabalgar y salir victoriosa de esta situación, saliendo más fuerte, más pacífico, más democrático y más unido”, afirmó el mandatario, reafirmando la determinación de su gobierno ante la crisis actual.
En respuesta a las tensiones crecientes, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, anunció un ambicioso ejercicio militar que se llevará a cabo en la isla de La Orchila, donde se movilizarán más de 2,500 efectivos durante tres días. Este ejercicio incluye maniobras aéreas, marítimas y terrestres, así como la participación de 12 buques de la Armada Bolivariana y 22 aeronaves.
Escenario tenso en el Caribe
Padrino hizo hincapié en la necesidad de “duplicar esfuerzos” ante un posible conflicto armado en el mar Caribe, considerando que se trata de una “coyuntura especial” que requiere elevar el “apresto operacional”. Este llamado a la acción se produce en un contexto en el que el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió sobre un tercer ataque contra embarcaciones venezolanas, lo que ha generado una creciente preocupación en la región.
Si bien el Pentágono ha confirmado únicamente dos ataques en las últimas semanas, Trump ha insistido en que se han destruido tres barcos. Esta dinámica tensa entre ambos países continúa alimentando un clima de incertidumbre y hostilidad en el Caribe.
La situación actual señala un punto crítico en las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, donde la retórica de ambos líderes refleja un conflicto que va más allá de las fronteras, afectando no solo a la política interna venezolana, sino también a la seguridad regional.
