Al menos 42 personas fueron asesinadas el jueves en un ataque brutal en la comuna de Cabaret, ubicada a unos 40 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, por la coalición armada conocida como Viv Ansanm. Este ataque, que se produjo tras un intento fallido de los atacantes de ingresar a la zona, fue confirmado el viernes por Baptiste Joseph Louis, autoridad local de Laboderie, en la primera sección del municipio de Arcahaie.
Louis explicó que los atacantes regresaron a la zona luego de ser repelidos por la Policía Nacional y brigadas de autodefensa locales. Los cuerpos de las víctimas fueron abandonados en el lugar, y algunos de ellos quedaron expuestos, incluso devorados por perros, mientras que muchos sobrevivientes huyeron aterrorizados de la región.
La violencia se intensifica
La ONG Collectif Défenseurs Plus denunció esta masacre como parte de una “nueva ola de violencia mortal” y responsabilizó al Estado por la falta de protección a los civiles. Según la organización, este ataque fue una represalia por la muerte de un líder de la banda conocido como “Vladimir” y otros miembros durante un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad el pasado 7 de septiembre.
Además de los asesinatos, los atacantes incendiaron casas y destruyeron otros bienes de los habitantes de Cabaret. Esta ONG calificó las ejecuciones de “una lógica de venganza bárbara contra una población indefensa, tolerada por las autoridades estatales”.
Impacto en la población y situación crítica
El Colectivo Defensores Plus advirtió sobre la propagación de la violencia en varias regiones de Haití, incluyendo los departamentos del Oeste, Artibonite y Centro, donde se han incrementado los ataques para controlar carreteras y comunicaciones. La organización reportó un crecimiento superior al 100% en desplazamientos internos en municipios como Mirebalais y Saut d’Eau.
“La población vive en un estado de miedo constante, con acceso restringido a la salud, la alimentación, la educación y el transporte en las zonas controladas por grupos armados”, señaló la ONG, enfatizando la gravedad de la situación humanitaria en el país.
La realidad es que el ciclo de violencia en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, y la falta de acción efectiva por parte del Estado solo agrava la crisis humanitaria que enfrentan miles de ciudadanos. Se espera que la comunidad internacional observe de cerca esta situación, que requiere atención urgente y medidas concretas para proteger a los civiles.
