En un emocionante encuentro que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos, la selección mexicana se coronó campeona de la Copa Oro de la Concacaf tras vencer a Estados Unidos por 1-2. Este triunfo no solo reafirma el dominio de México en la región, sino que también eleva las expectativas rumbo a la Copa Mundial de 2026.
Dirigidos por Javier Aguirre, los mexicanos mostraron su calidad con goles de Raúl Jiménez, del Fulham, y Edson Álvarez, del West Ham United. Por su parte, la escuadra estadounidense abrió el marcador temprano en el partido gracias a un certero cabezazo de Chris Richards, jugador del Crystal Palace, capitalizando un pase de Sebastian Berhalter al minuto 4.
Desde el inicio, el partido se caracterizó por la intensidad en la cancha. Aunque Estados Unidos logró adelantarse, el equipo mexicano no tardó en tomar el control del balón y el ritmo del juego. Al minuto 27, México igualó el marcador cuando Marcel Ruiz encontró a Jiménez, quien, con un preciso disparo de zurda, envió el balón al fondo de la red. La celebración de Jiménez fue particularmente emotiva, al dedicar el gol a su amigo, el futbolista portugués Diego Jota, recientemente fallecido en un accidente automovilístico en España.
Durante el resto del primer tiempo, ambos equipos mostraron determinación, pero sin lograr concretar más oportunidades. En el segundo tiempo, el juego continuó con la misma intensidad. Los dirigidos por el argentino Mauricio Pochettino buscaron desesperadamente el empate, pero la defensa mexicana se mantuvo firme y organizada.
A medida que el reloj avanzaba, México renovó su dominio y encontró recompensa al minuto 77. Un preciso centro de Johan Vásquez fue cabeceado magistralmente por Edson Álvarez, sellando así el destino del partido y el título para la selección mexicana. A pesar de los esfuerzos finales de Estados Unidos por cambiar el marcador, la defensa mexicana resistió.
Con este triunfo, México no solo retiene el título de la Copa Oro, sino que también envía un mensaje claro de su ambición de ser protagonista en el escenario mundial de cara al 2026. Los aficionados y el equipo celebran este logro, conscientes de que aún hay camino por recorrer, pero optimistas por los desafíos futuros.
