Una veintena de países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) expresaron su firme rechazo al despliegue militar “extrarregional” de Estados Unidos, manifestando su profunda preocupación por la situación. El pronunciamiento fue realizado ayer por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a través de su cuenta de X, resaltando que América Latina y el Caribe fueron declaradas como Zona de Paz.
Compromiso por la paz en la región
Este compromiso, según Petro, está basado en principios fundamentales que incluyen la prohibición del uso de la fuerza, la solución pacífica de controversias y el respeto a la soberanía de los pueblos. “Es esencial que se respete la integridad territorial y que no haya injerencia en los asuntos internos de los países”, enfatizó el mandatario colombiano.
En su comunicado, Petro hizo hincapié en que la mayoría de los integrantes de la Celac apoyan la paz en la región, aunque mencionó que algunos países, como Ecuador, Perú, Costa Rica y El Salvador, se opusieron a este pronunciamiento. En contraste, naciones como Chile, Brasil, Nicaragua y México se unieron al rechazo.
Reacciones ante la intervención militar
El gobierno guatemalteco, encabezado por el presidente Bernardo Arévalo, no firmó el documento emitido por Petro, lo que generó un debate sobre la efectividad del comunicado. Sin embargo, Petro aclaró que aún no se trataba de un comunicado formal debido a la oposición de esta “minoría” de países.
En un contexto más amplio, el presidente colombiano también condenó un ataque militar de Estados Unidos contra una lancha en el Caribe que, según el mandatario, resultó en la muerte de 11 personas. “Si el gobierno de Estados Unidos no respeta el derecho internacional, nuestra colaboración se verá afectada”, advirtió Petro, subrayando la importancia del respeto a los tratados internacionales en la lucha contra el narcotráfico.
Por su parte, en Ginebra, la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, declaró que “las personas no deberían ser asesinadas por usar, traficar o vender drogas”, refiriéndose al ataque en el Mar Caribe. Esta declaración pone de relieve la creciente preocupación sobre el uso de la fuerza letal en conflictos relacionados con el narcotráfico.
Con estos acontecimientos, la Celac reafirma su compromiso por una América Latina en paz, donde el diálogo y la cooperación sean la base para resolver conflictos, alejándose de intervenciones militares que solo perpetúan la violencia y el sufrimiento en la región.
