Cientos de ciudadanos en Nueva York se enfrentaron a agentes del ICE durante una redada dirigida a vendedores en la famosa Canal Street el pasado martes por la tarde. La operación de control migratorio, que buscaba identificar y detener a inmigrantes sin documentación, generó una intensa confrontación entre los agentes federales y transeúntes, así como manifestantes que intentaron bloquear su avance.
Los participantes en la protesta expresaron su rechazo a las tácticas del ICE, argumentando que estas acciones afectan desproporcionadamente a las comunidades inmigrantes. La situación escaló rápidamente cuando los manifestantes rodearon a los oficiales, creando un ambiente de tensión palpable en la zona.
La redada se desarrolló en un momento de creciente descontento entre los residentes de Nueva York respecto a las políticas migratorias del gobierno federal. Muchos de los que se manifestaron lo hicieron en solidaridad con los vendedores, quienes, en su mayoría, dependen de sus puestos en la calle para ganarse la vida.
El evento dejó en evidencia no solo la polarización sobre temas migratorios en el país, sino también el fuerte deseo de la comunidad de defender sus derechos y proteger a sus vecinos de posibles arrestos y deportaciones.