El Papa León XIV llevó a cabo la misa de Difuntos en el cementerio del Verano de Roma, un evento que reunió a cerca de 2 mil personas. Durante la ceremonia, el Pontífice destacó que “la caridad vence a la muerte”, haciendo hincapié en la importancia de recordar a los seres queridos que han partido.
Este domingo, el Papa continuó la tradición establecida por su predecesor, el Papa Francisco, al rendir homenaje a los fieles fallecidos. En un acto simbólico, depositó un ramo de flores en la tumba de la familia Nicolini, recordando así a aquellos que han dejado un legado en la vida de sus seres queridos.
En su homilía, León XIV enfatizó que las memorias, imágenes y recuerdos mantienen viva la presencia de los difuntos en nuestros corazones. Afirmó: “La caridad vence la muerte y en ella Dios nos reunirá con nuestros seres queridos”. Este mensaje de esperanza resonó entre los asistentes, quienes escucharon atentamente sus palabras.
El Papa también subrayó que caminar en la caridad transforma la vida en una oración que une a los vivos con los fallecidos. La esperanza cristiana, según él, permite anticipar la alegría eterna junto a Dios y aquellos que han partido. A pesar del dolor que conlleva la pérdida, recordó a los fieles que Dios conoce y ama a cada persona, incluso a aquellos que han sido olvidados.
Al concluir la ceremonia, León XIV hizo un llamado a los presentes para que esta promesa les brinde consuelo y fuerza, dirigiendo su mirada hacia el futuro. Además, en el rezo del Ángelus realizado por la mañana, anunció que incluiría en sus oraciones no solo a sus seres queridos fallecidos, sino también a aquellos que han quedado en el olvido, reafirmando así el valor de cada alma ante Dios.
































































