La comunicación política juega un papel crucial en la legitimación de un líder y su ideología ante la ciudadanía. En este contexto, la propaganda política se ha convertido en un conjunto de mensajes diseñados para influir en la percepción y comportamiento de los ciudadanos. A diferencia de la información política, que busca transmitir hechos y propuestas, la propaganda distorsiona y exagera estos elementos con la intención de persuadir o manipular.
El uso de la comunicación como vínculo entre el gobierno y la ciudadanía es indispensable, pero debe basarse en la verdad para evitar la malversación de la misma. Un comunicador político tiene la responsabilidad de moldear la opinión pública para resaltar las políticas y logros de su gobierno, mientras que la manipulación de datos y la difusión de noticias falsas son tácticas que desvían el propósito de una comunicación política de calidad.
En este escenario, surge la figura de Pavel Zarubin, un periodista que se ha convertido en el favorito de Vladimir Putin. Gracias a su labor, la mayoría de los rusos están al tanto de la vida y obra del presidente, quien parece ser el líder vitalicio del país. La estrategia de Zarubin se enfoca en el programa de televisión “Moscú. Kremlin. Putin.”, transmitido los domingos, que presenta las actividades del presidente de manera similar a las conferencias matutinas en México o el “Aló Presidente” en Venezuela.
Este programa fue lanzado en 2018, en un momento crítico cuando la popularidad de Putin había caído drásticamente tras una impopular reforma de pensiones que desencadenó protestas a nivel nacional. Zarubin jugó un papel clave en suavizar la imagen del presidente y restaurar su popularidad. Dimitry Peskov, portavoz del Kremlin, ha elogiado el talento de Zarubin, quien presenta las actividades del presidente de una manera accesible y familiar.
La relación entre Zarubin y Putin se consolidó aún más durante la pandemia, cuando el acceso a Putin fue limitado. Después de pasar varios días en cuarentena, Zarubin se convirtió en el reportero exclusivo del Kremlin. Otro de sus trabajos significativos, “Rusia. Kremlin. 25 años”, conmemora los veinticinco años de mandato de Putin, abordando temas como Crimea y Ucrania con una narrativa favorable al régimen.
Zarubin fue el primer periodista al que Putin concedió una entrevista tras la invasión a Ucrania, un movimiento que buscaba imponer la narrativa del Kremlin en un momento de gran tensión internacional. Esta estrategia de comunicación se manifiesta como un claro ejemplo de propaganda en su máxima expresión en Rusia.
La influencia de Pavel Zarubin en la imagen pública de Vladimir Putin es un claro recordatorio del poder que tiene la comunicación política para moldear la percepción de un líder en tiempos de crisis.