El Pentágono ha autorizado a la Casa Blanca para suministrar misiles Tomahawk de largo alcance a Ucrania, tras concluir que esta acción no comprometería de manera negativa las reservas de Estados Unidos. La decisión política final recaerá en el presidente Donald Trump, de acuerdo con informantes de la administración estadounidense y europeos, según lo reportado por CNN.
Durante un almuerzo de trabajo a inicios de mes con el presidente ucraniano Volodymir Zelensky, Trump expresó su preferencia por no enviar estos misiles, argumentando que “no queremos regalar cosas que necesitamos para proteger a nuestro país”. Esta declaración se produjo tras la evaluación del Estado Mayor Conjunto, que fue comunicada a la Casa Blanca días antes de la reunión con Zelensky, quien ha insistido en la necesidad de estos misiles para atacar de manera más efectiva las instalaciones energéticas dentro de Rusia.
Los misiles Tomahawk tienen un alcance aproximado de 1,600 kilómetros, lo que los convierte en una herramienta estratégica significativa en el conflicto. La evaluación realizada ha generado un aire de optimismo entre los aliados europeos de Estados Unidos, quienes consideran que Washington ahora tiene menos justificaciones para negarse a suministrar estos misiles, según indicaron dos funcionarios europeos.
Trump también comentó, pocos días antes de su encuentro con Zelensky, que Estados Unidos posee “muchos misiles Tomahawk” que podrían ser enviados a Ucrania, lo que añade un nuevo nivel de complejidad a la discusión sobre el apoyo militar a Kiev.































































