El pasado viernes, Polonia decidió cerrar indefinidamente su frontera con Bielorrusia, lo que ha provocado la interrupción del tráfico ferroviario en un corredor comercial vital entre China y la Unión Europea. Esta ruta es responsable del 90% del transporte ferroviario de mercancías entre ambos, según informa Politico.
El cierre se relaciona con los ejercicios militares conjuntos de Rusia y Bielorrusia, denominados Západ-2025, que se llevaron a cabo del 12 al 16 de septiembre en territorio bielorruso. Varsovia considera que estas maniobras estaban “dirigidas directamente contra Polonia y la UE”. Desde Moscú, por su parte, se subrayó que los ejercicios se realizan de manera regular y con la invitación a la observación de representantes de todos los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, incluyendo Polonia.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, afirmó que el cierre de la frontera tiene como objetivo aumentar la tensión en el centro de Europa. El portavoz del Gobierno polaco, Adam Szłapka, indicó que la decisión de mantener el cierre está en vigor hasta nuevo aviso, y que las medidas a seguir aún no han sido determinadas. La situación se ha tornado indefinida, ya que el Gobierno polaco expresa preocupación por la seguridad de los ciudadanos polacos y asegura que el tráfico se reestablecerá solo cuando la frontera sea completamente segura.
Artur Kalisiak, director de proyectos estratégicos de la Asociación Industrial de Transporte y Logística de Polonia, definió el cierre de la frontera como un “problema crucial”, no solo para el sector logístico, sino para toda la economía. Actualmente, toda la carga está bloqueada, incluyendo envíos urgentes como medicamentos y alimentos. Alrededor de 10,000 conductores bielorrusos empleados por empresas de transporte polacas están varados y sin posibilidad de trabajar o regresar a sus hogares.
Las pérdidas derivadas de esta situación son difíciles de evaluar, ya que dependen del tiempo que permanezca cerrada la frontera. Desde China, las autoridades han calificado el Ferrocarril Exprés China-Europa como un proyecto emblemático de cooperación, esperando que Polonia tome medidas efectivas para garantizar su funcionamiento y la estabilidad de las cadenas de suministro internacionales.
El canciller chino, Wang Yi, visitó Varsovia para reunirse con su homólogo polaco, Radosław Sikorski, quien destacó que la lógica del comercio está siendo reemplazada por la lógica de la seguridad. Aunque Pekín no ha solicitado directamente la reapertura de la frontera, la situación ha generado un notable interés entre las partes involucradas.
Por otro lado, Piotr Krawczyk, exdirector de la Agencia de Inteligencia Exterior de Polonia, sugirió que Estados Unidos podría estar complacido con el cierre temporal de la frontera, ya que esto podría beneficiar a puertos como los de Róterdam y Hamburgo, que estarían listos para recibir mercancías que no pueden pasar por el corredor polaco-bielorruso.
Los ejercicios militares Západ-2025 captaron la atención internacional, con la presencia de observadores de más de 20 países, incluidos representantes de tres miembros de la OTAN: Estados Unidos, Turquía y Hungría.
