Polonia ha denunciado que drones rusos violaron su espacio aéreo en un ataque que se dirigió a objetivos en el oeste de Ucrania, lo que llevó a su aviación a actuar de inmediato. El 10 de septiembre de 2025, el centro de mando de las fuerzas armadas polacas emitió un comunicado en la red social X afirmando que “nuestro espacio aéreo fue violado repetidamente por drones” durante la ofensiva de la Federación Rusa.
Respuesta militar polaca y cierre de aeropuertos
En respuesta a esta violación, aviones de combate polacos fueron desplegados para disparar contra lo que el comando militar denominó “objetos hostiles”. El Ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, confirmó que se están llevando a cabo operaciones para identificar y neutralizar estos drones, además de localizar otros que ya han sido derribados. Por su parte, el aeropuerto Chopin en Varsovia fue cerrado temporalmente debido a “actividad militar no planificada relacionada con la seguridad del Estado”, según un aviso de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
La situación se complica aún más tras las declaraciones del recientemente elegido presidente nacionalista de Polonia, Karol Nawrocki, quien el día anterior advirtió sobre la disposición de Vladimir Putin para expandir su agresión más allá de Ucrania. En una rueda de prensa en Helsinki, Nawrocki expresó: “No confiamos en las buenas intenciones de Vladimir Putin”. Su afirmación resuena en un contexto en el que Polonia ha brindado un apoyo significativo a Kiev, albergando a más de un millón de refugiados ucranianos y siendo un punto clave para la ayuda humanitaria y militar occidental.
Contexto regional y seguridad europea
La realidad es que la tensión en Europa del Este sigue aumentando, y Polonia se encuentra en una posición crucial. El país no solo ha sido un bastión de apoyo a Ucrania, sino que también juega un papel fundamental en la seguridad de la región. La cercanía geográfica y la historia compartida con Ucrania hacen que cualquier amenaza a su integridad territorial sea vista con alarma en Varsovia.
Con la situación actual, el gobierno polaco mantiene un contacto constante con la OTAN, buscando garantizar la seguridad de su espacio aéreo y su soberanía. Este nuevo incidente subraya no solo la vulnerabilidad de Polonia frente a las agresiones rusas, sino también la necesidad urgente de una estrategia coordinada entre los aliados de la Alianza Atlántica.
Así, mientras Polonia se prepara para posibles escenarios de crisis, la comunidad internacional observa de cerca, esperando que se logre una paz duradera en una región marcada por la inestabilidad y la incertidumbre.
