En una reciente cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin, China, el presidente ruso Vladimir Putin arremetió contra los países occidentales, acusándolos de ser responsables del prolongado conflicto en Ucrania que ha dejado decenas de miles de muertos y ha devastado vastas zonas del este del país. Durante su intervención, Putin defendió la ofensiva militar de Rusia, argumentando que la crisis actual no se debe a la invasión rusa, sino a un golpe de Estado apoyado por Occidente en el periodo de 2013-2014, que forzó la salida del entonces presidente prorruso Víktor Yanukóvich.
La narrativa del Kremlin
Putin reiteró su postura de que la revolución proeuropea de 2013-2014 fue un catalizador para la intervención rusa, la cual incluyó la anexión de la península de Crimea y el apoyo a milicias separatistas en el este de Ucrania. Según el mandatario, esta situación ha desencadenado una guerra civil que ha provocado un número incalculable de desplazados. “El segundo motivo de la crisis son los intentos constantes de Occidente de arrastrar a Ucrania a la OTAN”, insistió, definiendo la expansión de la Alianza Atlántica como una “amenaza directa” a la seguridad de Rusia.
La cumbre representó un escenario estratégico para Putin, quien busca fortalecer la cooperación con aliados como China y India, en un intento por contrarrestar el aislamiento que enfrenta tras las sanciones impuestas por Occidente. “El mundo necesita un sistema que sustituya los obsoletos modelos eurocéntricos y euroatlánticos”, afirmó, enfatizando la importancia de diversificar alianzas.
Diálogos con Trump y demandas rusas
Pese a los llamados internacionales, incluido el presidente estadounidense Donald Trump, para alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto, Putin rechazó las propuestas de paz recientes, manteniendo exigencias que incluyen la cesión de más territorios por parte de Ucrania y la ruptura de relaciones con Occidente como condiciones previas para cualquier alto el fuego.
El gobierno de Kiev ha descartado estas demandas, sosteniendo que cualquier negociación que implique la pérdida de soberanía sobre su territorio es inaceptable. En medio de esto, Putin mencionó que discutiría opciones diplomáticas para el cese de hostilidades, haciendo referencia a los supuestos acuerdos alcanzados en su reunión bilateral reciente con Trump en Alaska.
Durante su visita oficial de cuatro días a China, Putin también planea mantener reuniones bilaterales con líderes como Narendra Modi y Masoud Pezeshkian, buscando consolidar un bloque alternativo en un contexto de creciente concertación china y la búsqueda de mayor independencia estratégica de los países asiáticos frente a Washington. Mientras tanto, las negociaciones de paz siguen estancadas, dominadas por condiciones rusas que Kiev considera inaceptables.
