La reciente redada migratoria realizada en una planta de baterías de Hyundai y LG en Georgia ha desatado una ola de preocupación en Seúl. El presidente surcoreano, Lee Jae-myung, anunció este jueves que los cientos de trabajadores detenidos serán liberados y repatriados en las próximas horas, pero advirtió que esta situación podría generar dudas entre otras compañías surcoreanas sobre futuras inversiones en Estados Unidos.
Impacto de la redada en la inversión surcoreana
“Está previsto que salgan del centro de detención a las 15:00 hora de Seúl (06:00 GMT) de hoy”, aseguró Lee durante una rueda de prensa en la que conmemoró sus primeros 100 días de presidencia. Destacó que estos empleados estaban en el país norteamericano solo para instalar maquinaria necesaria y regresar a Corea del Sur lo antes posible, en el marco de un proyecto de inversión estratégica para Seúl y Washington.
El mandatario calificó de “desconcertante” la operación de las autoridades migratorias estadounidenses, enfatizando que este emplazamiento es clave para la cooperación bilateral en la industria de vehículos eléctricos. “Las empresas surcoreanas ahora tienen dudas sobre la inversión en EU debido a la redada migratoria”, agregó Lee, reflejando el descontento y la incertidumbre que esta situación ha generado en el ámbito empresarial.
Reacciones a nivel político y empresarial
La reacción de Lee se produce tras la reunión entre el secretario de Estado de EU, Marco Rubio, y el canciller surcoreano, Cho Hyun, en Washington, donde discutieron temas cruciales en la relación bilateral, incluyendo la posibilidad de revitalizar la industria manufacturera estadounidense mediante la inversión surcoreana en sectores estratégicos.
Según la Cancillería surcoreana, Cho expresó su profunda preocupación por el hecho de que el proceso de arresto de los trabajadores se hiciera público, lo que ha causado conmoción en la ciudadanía surcoreana. El ministro enfatizó que, dado que estos trabajadores no son criminales, deben ser liberados sin restricciones físicas como esposas y sin enfrentar desventajas en futuras visitas al país.
Este suceso no solo afecta a los trabajadores y sus familias, sino también a la percepción de las inversiones surcoreanas en Estados Unidos. A medida que la cooperación en la industria de vehículos eléctricos se vuelve más crucial, la incertidumbre generada por esta redada podría tener repercusiones a largo plazo en la economía bilateral.
