El 1 de octubre de 2025, en Santo Domingo, se anunció que Venezuela, Nicaragua y Cuba no serán invitados a la próxima Cumbre de las Américas, programada para la primera semana de diciembre en República Dominicana. En un comunicado emitido el 30 de septiembre, el país organizador confirmó que estos tres estados fueron excluidos nuevamente, tal como ocurrió en la edición anterior celebrada en Los Ángeles en 2022.
La exclusión de estos países se justifica por su clasificación como regímenes dictatoriales. La administración dominicana, que asumió la presidencia pro tempore de la cumbre en 2023, argumentó que esta decisión responde a un “criterio estrictamente multilateral” y busca “priorizar el éxito del encuentro” en un ambiente de creciente polarización política.
Según el comunicado oficial, esta medida favorece una mayor convocatoria y asegura el desarrollo efectivo del foro. Sin embargo, la reacción no se hizo esperar. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, expresó su profunda preocupación y rechazo a lo que calificó de decisión impuesta por el Gobierno de Estados Unidos a República Dominicana. A través de la red social X, Rodríguez afirmó que la exclusión representa una claudicación ante las presiones unilaterales ejercidas por el secretario de Estado estadounidense, el cubano-americano Marco Rubio.
Las autoridades dominicanas aclararon que mantienen relaciones bilaterales con cada uno de estos países: una relación continua con Cuba, “cordiales” con Nicaragua, y una relación suspendida con Venezuela tras las denuncias de fraude en las últimas elecciones. El comunicado también subrayó que el gobierno dominicano no reconoce la legitimidad de los comicios presidenciales celebrados en Venezuela en 2018 y 2024, los cuales fueron cuestionados por la oposición y varios países.
Con información de: AFP
