Las autoridades de seguridad en Moldavia han iniciado este lunes una importante operación que incluye más de 250 registros, en respuesta a las sospechas de posibles disturbios y acciones desestabilizadoras provenientes de Rusia en vísperas de las elecciones legislativas programadas para este domingo.
El operativo ha movilizado a más de un centenar de efectivos de las fuerzas de seguridad en diversas localidades del país, abarcando centros penitenciarios y los hogares de algunos sospechosos, según informa el portal NewsMaker.
Entre los afectados por esta operación se encuentran miembros de la oposición. El expresidente moldavo y actual candidato en estas elecciones, Igor Dodon, ha denunciado que el Gobierno tiene la intención de “intimidarles” antes de unos comicios que se consideran cruciales para el futuro político de Moldavia.
Dodon ha indicado que se han llevado a cabo registros en las residencias de algunos de sus “colegas” de partido en las localidades de Drochia y Riscani, situadas al norte de Moldavia. “El régimen criminal del Partido de Acción y Solidaridad (PAS) intenta intimidarnos, atemorizar a la gente y silenciarnos”, expresó en su cuenta de Telegram.
El candidato opositor también ha acusado a la presidenta Maia Sandu de querer anular las elecciones debido a la previsión de un mal resultado electoral para su partido en la cita del 28 de septiembre.
“Lo que presenciamos en estos días es la agónica lucha de una dictadura. Saben que su fin político está cerca”, vaticinó Dodon, quien lidera una coalición de cuatro partidos de tendencia prorrusa. Esta coalición busca ocupar el espacio dejado por el bloque pro-Moscú que lideraba Ilon Shor, a quien Sandu acusó de intentar sabotear las elecciones presidenciales de 2024.
Las elecciones parlamentarias de Moldavia del 28 de septiembre se caracterizan por la clara división entre las fuerzas que favorecen una alineación con Moscú y aquellas que abogan por la incorporación del país a la Unión Europea, como es el caso del PAS de Sandu.