El Senado de Brasil tomó la decisión de rechazar un proyecto de enmienda que proponía la ampliación de la inmunidad parlamentaria para los legisladores del país. Esta negativa se produjo en medio de una ola de protestas que se han manifestado a lo largo y ancho de Brasil.
La propuesta buscaba otorgar mayores garantías a los miembros del Congreso, lo que generó un fuerte rechazo en la sociedad. Las voces en contra argumentaron que la medida podría facilitar la impunidad entre los funcionarios y socavar la rendición de cuentas.
Las protestas, que han tenido lugar en diversas ciudades, reflejan un descontento generalizado sobre la percepción de corrupción y abusos de poder entre los legisladores. La decisión del Senado se considera un triunfo para los movimientos ciudadanos que abogan por una mayor transparencia y responsabilidad en la política brasileña.
El debate sobre la inmunidad parlamentaria ha estado presente en la agenda política del país, especialmente en un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones. De esta manera, el Senado reafirma su postura ante una demanda popular que exige un cambio significativo en la forma en que se ejerce el poder en Brasil.