El Senado de Estados Unidos no alcanzó un acuerdo sobre la propuesta de financiamiento federal, lo que hace inminente un cierre de gobierno. La iniciativa republicana, que buscaba extender el financiamiento hasta el 21 de noviembre, recibió 55 votos a favor y 45 en contra, pero no logró los 60 votos requeridos para su aprobación.
A pesar de que los senadores John Fetterman de Pennsylvania y Catherine Cortez Masto de Nevada se apartaron de la línea de su partido y apoyaron la moción, esto no fue suficiente. La propuesta necesitaba al menos siete votos de senadores demócratas para ser ratificada.
Ante esta situación, la Casa Blanca emitió una circular a las agencias gubernamentales instruyendo a implementar “planes para un cierre ordenado”. Este anuncio se produjo después de que también se rechazara el proyecto de ley presentado por los demócratas.
Un cierre de gobierno ocurre cuando el Congreso no aprueba las leyes de gasto necesarias para financiar las agencias federales. En tal escenario, muchas operaciones gubernamentales deben suspenderse hasta que se logre un acuerdo para autorizar nuevos fondos. Durante un cierre, solo los servicios esenciales, como la seguridad nacional y la aplicación de la ley, continúan operando, mientras que muchos empleados federales no esenciales quedan en licencia temporal sin sueldo.
El último cierre de gobierno en Estados Unidos sucedió durante el primer mandato de Donald Trump, desde diciembre de 2018 hasta enero de 2019, cuando exigió fondos para la construcción de un muro en la frontera con México. Este cierre, que duró 35 días, se convirtió en el más prolongado de la historia, provocando retrasos en los aeropuertos y afectando los pagos a trabajadores federales.
La falta de un acuerdo entre demócratas y republicanos se mantiene como un desafío crítico mientras el reloj avanza hacia la medianoche, momento en el que el cierre de gobierno se hará efectivo.
