El 11 de septiembre de 2023, el Supremo Tribunal de Brasil emitió un fallo histórico al condenar al expresidente Jair Bolsonaro por liderar un intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. Con tres votos a favor, el tribunal abrió la puerta a una posible condena de hasta 40 años de prisión por varios delitos, incluyendo tentativa de golpe y organización criminal.
Los cargos y el contexto del juicio
Los magistrados, entre ellos Cármen Lúcia Antunes, apoyaron la condena que ya había sido discutida el 9 de septiembre por los jueces Flávio Dino y Alexandre de Moraes. Este último actuó como relator del caso y destacó la gravedad de los cinco cargos que enfrenta Bolsonaro: tentativa de golpe, abolición violenta del Estado democrático de derecho, daño al patrimonio público y deterioro de bienes protegidos. Importante mencionar que el 10 de septiembre, el voto en contra de Luiz Fux ofreció una pequeña esperanza al exmandatario.
La Fiscalía estima que la pena definitiva se conocerá después de que se escuche el voto pendiente de Cristiano Zanin, lo que podría suceder el 12 de septiembre. Si Bolsonaro decide apelar, el pleno de 11 miembros del tribunal revisaría aspectos específicos de la sentencia, pero no todo el caso.
Implicaciones de la condena
Esta condena marca un precedente en la historia de Brasil, siendo la primera vez que un expresidente es juzgado por un intento de golpe de Estado. Bolsonaro, junto a siete de sus asesores y exministros, fue acusado de ser el “centro neurálgico” de una organización criminal con el objetivo de desmantelar el régimen democrático, lo que culminó en el asalto a las sedes de los tres poderes en Brasilia el 8 de enero de 2023.
No cabe duda de que la situación es crítica para el exmandatario, quien ya había sido condenado en 2023 por otro caso y se encuentra inhabilitado para ocupar cargos públicos durante ocho años. Como excapitán del Ejército, tiene derecho a un régimen especial de encarcelamiento, conforme al artículo 295 del Código de Proceso Penal, que se aplican a militares retirados y figuras públicas con prerrogativas de seguridad. El tribunal definirá el lugar donde deberá cumplir su pena.
La Fiscalía argumentó que Bolsonaro participó en una trama que buscaba “perpetuar” su mandato tras perder las elecciones ante Lula da Silva, destacando que los golpistas planearon incluso el asesinato de Lula y del vicepresidente electo, Geraldo Alckmin.
