En un trágico episodio de inundaciones que azota el centro-sur de Texas, el gobernador Greg Abbott ha informado que 41 personas se encuentran desaparecidas desde el viernes. La situación se agrava con el pronóstico de más lluvias en las próximas 24 a 48 horas, las cuales representan un riesgo “mortal” para la población.
Durante una rueda de prensa, Abbott ofreció detalles sobre el número de desaparecidos, que asciende a 41, y confirmó una cifra de aproximadamente 70 fallecidos, concentrados principalmente en el condado de Kerr, donde se han recuperado 59 cadáveres. Entre los desaparecidos se encuentran once niñas y jóvenes del campamento cristiano Mystic, ubicado cerca de la localidad de Hunt. El río Guadalupe, cercano al campamento, experimentó una rápida y peligrosa crecida el viernes pasado.
Abbott subrayó que las operaciones de búsqueda y rescate continúan sin descanso y se extenderán más allá de Kerrville. Sin embargo, enfatizó que el enfoque permanecerá en esa localidad debido a la gravedad de la situación. Además, advirtió que aunque no se esperan lluvias de la misma magnitud que las registradas en Kerrville, hay un alto riesgo de inundaciones repentinas en áreas como Big Country, Concho Valley y otras regiones del centro de Texas, debido a la saturación del suelo con agua.
Condiciones meteorológicas y advertencias
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) de Austin y San Antonio ha mantenido su aviso por inundaciones, vigente hasta las 19:00 horas locales. Se prevén precipitaciones con una intensidad de 2.5 a 5 centímetros por hora en los casos más críticos. Estas condiciones representan un peligro significativo para los conductores, ya que las inundaciones pueden ocurrir con niveles de agua más bajos de lo esperado, afectando a los vehículos en las carreteras.
Abbott recordó que algunas muertes han ocurrido debido a que los vehículos son sorprendidos por la rapidez de las crecidas. Instó a la población a extremar precauciones y evitar transitar por las zonas afectadas hasta que las condiciones mejoren.
La tragedia en Texas refleja una vez más la vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos, y las autoridades trabajan incansablemente para localizar a los desaparecidos y prevenir más pérdidas humanas. La comunidad sigue en alerta, esperanzada en que las operaciones de rescate logren salvar vidas en medio de este desastre natural.