Un tribunal en Seúl, la capital de Corea del Sur, decidió este jueves no conceder la libertad condicional al expresidente Yoon Suk Yeol. Este exmandatario enfrenta cargos por incitación a la insurrección, abuso de poder y falsificación de documentos. La corte argumentó que existe el riesgo de que Yoon destruya evidencia mientras avanza el proceso judicial en su contra.
La solicitud de sus abogados se basaba en motivos de salud, pero el tribunal determinó que no había “motivos razonables” para aceptar la petición, según reportes de la agencia de noticias surcoreana Yonhap. Yoon ha estado bajo custodia desde julio tras un arresto complicado en la residencia presidencial y compareció ante la justicia la semana pasada, después de varios intentos fallidos por parte de la fiscalía para trasladarlo desde el centro de detención.
El fiscal especial Cho Eun Suk, encargado del caso, argumentó que la liberación de Yoon podría tener un impacto político significativo y afectar negativamente la investigación. A pesar de esto, los defensores del expresidente sostienen que los cargos tienen “tintes políticos” y que no se basan en la legislación vigente en Corea del Sur. Además, afirmaron que la declaración de ley marcial no constituye “traición” al país.
Yoon ha intentado retrasar sus comparecencias judiciales. En agosto, llegó a desnudarse para evitar que los guardias de prisión lo esposaran durante un traslado. El exmandatario es acusado de traición tras declarar la controvertida ley marcial en diciembre, aprovechándose de que los investigadores especiales no podían usar la fuerza para llevar a cabo el traslado.
Juicio de la ex primera dama
En otro caso relacionado, el tribunal de Seúl aprobó el 22 de septiembre que el juicio contra la ex primera dama Kim Keon Hee, esposa de Yoon, cuente con cobertura mediática. La corte permitió a los medios acceder a la vista judicial, argumentando que el caso es de interés general en un país que ha enfrentado una crisis política tras el cese de Yoon y las controversias que lo rodean a él y a su esposa.
Kim enfrenta acusaciones de violar leyes anticorrupción y de aceptar regalos, incluyendo un lujoso bolso de un influyente pastor. Además, se la investiga por haber recibido una obra de arte del reconocido artista Lee Ufan, entregada por el exfiscal general Kim Sang Min a través de su hermano. Este exfiscal también está bajo investigación por haber entregado la pintura a cambio de apoyo político en un intento por obtener un escaño.