El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó categóricamente ser el autor de una carta de cumpleaños dirigida a Jeffrey Epstein, cuya publicación por parte de demócratas ha reavivado el interés mediático sobre su relación con el magnate condenado por delitos de prostitución infantil. Este martes, Trump declaró ante la prensa que “no es su firma” la que aparece en el documento, argumentando que “esa no es mi forma de hablar”.
La controversia de la carta
La carta, que celebra el cumpleaños número 50 de Epstein, incluye un texto que simula una conversación entre ambos y un dibujo de una silueta femenina desnuda. La firma, que simplemente dice “Donald”, se asemeja a la rúbrica del exmandatario. Trump, al ser cuestionado sobre el tema, cambió rápidamente de conversación, indicando que la situación carece de sentido.
El vicejefe de gabinete del Gobierno, Taylor Budowich, también se pronunció al respecto, desestimando la autenticidad de la firma, y comparándola con imágenes de las rúbricas más recientes de Trump. Sin embargo, la investigación llevada a cabo por The New York Times reveló que el ex presidente utiliza diferentes estilos de firma dependiendo del contexto, lo que ha generado aún más confusión sobre la veracidad del documento.
Un análisis más profundo
Según el análisis de varias cartas que Trump escribió entre 1987 y 2001, se observó que en ocasiones firmaba únicamente con su nombre y sin iniciales, reservando su firma completa para documentos más formales. Este estilo de firma presenta características similares a la de la carta dirigida a Epstein, lo que ha llevado a los analistas a cuestionar la legitimidad de las negaciones de Trump.
La publicación de la carta ha coincidido con un periodo de inquietud entre los seguidores de Trump, especialmente tras el anuncio en julio del Departamento de Justicia de que no se divulgaría más información sobre Epstein, quien falleció en 2019. Este contexto ha intensificado el escrutinio sobre las conexiones del expresidente con el difunto magnate, conocido por sus controvertidas actividades y relaciones con figuras de alto perfil.
La realidad es que este episodio no solo pone en el centro de la discusión a Trump, sino también a la manera en que los documentos del archivo Epstein están siendo manejados y analizados por las autoridades. El impacto de estas revelaciones podría extenderse más allá de la esfera política, afectando la percepción pública sobre su legado y la relación con su base de apoyo.