En una reunión celebrada en Busán, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su contraparte chino, Xi Jinping, acordaron una tregua temporal en la guerra comercial que ha marcado las relaciones entre ambas naciones. Este encuentro, que duró aproximadamente una hora y media, se tradujo en concesiones mutuas que buscan aliviar las tensiones arancelarias y tecnológicas.
Trump calificó el resultado como un “12 de 10”, destacando dos logros clave: la reducción de aranceles a cambio de que Pekín detenga el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, y una decisión poco común de congelar la ampliación de la lista de empresas chinas que no podrán recibir tecnología estadounidense.
Por su parte, Xi Jinping demostró la “confianza y capacidad de China para navegar desafíos” al reactivar las compras de productos agrícolas estadounidenses, así como retrasar la implementación de nuevos controles sobre la exportación de elementos de “tierras raras”, recursos críticos para la industria tecnológica y militar de Washington.
Resumen de los Acuerdos
Los acuerdos alcanzados pueden interpretarse como un freno a la confrontación. Entre los puntos más destacados se encuentran:
- Aranceles: Trump redujo a la mitad los aranceles del 20% impuestos para presionar a Pekín sobre el fentanilo, dejando las tarifas totales de Estados Unidos a China en un 47%, casi el doble que hace un año.
- Tecnología y Sanciones: Estados Unidos suspendió por un año la ampliación de la “entity list”, una medida que prohíbe a miles de empresas chinas acceder a tecnología estadounidense. Este gesto ha sido considerado el más significativo de Washington en la negociación con Pekín.
- Agricultura: China acordó reanudar la compra de 25 millones de toneladas anuales de soja estadounidense durante los próximos tres años, con un envío inicial de 12 millones de toneladas entre noviembre y enero, lo que aliviará la presión sobre los agricultores estadounidenses afectados.
- Tierras Raras: Pekín pospuso hasta el próximo año la implementación de nuevas restricciones sobre las exportaciones de “tierras raras”, aunque mantuvo otras medidas establecidas desde 2024.
La Disputa Global Persiste
A pesar de la aparente cordialidad en las negociaciones, la disputa subyacente por la hegemonía global sigue vigente. El jurista y experto en geopolitica, Sebastián Contín Trillo-Figueroa, comentó que lo acontecido es más una “frágil tregua que una resolución definitiva”. Señaló que las diferencias estructurales entre ambas naciones permanecen.
El poder de China, según Contín, se basa en recursos críticos. La amenaza de restringir las “tierras raras” llevó a Washington a hacer concesiones en el ámbito tecnológico por primera vez, mostrando que Pekín puede causar “el daño justo para ganar respeto sin cerrar la puerta al diálogo”. Ambos líderes han logrado mantener su autoridad ante sus respectivas audiencias, lo que sugiere que futuras negociaciones no se realizarán “a ciegas”.
En conclusión, la guerra comercial ha puesto de manifiesto que “China es el único límite visible a la expansión del poder americano”.
































































