En una reciente rueda de prensa junto a la primera ministra lituana, Inga Ruginiene, el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, se pronunció sobre la voladura del gasoducto Nord Stream 2, un evento que ocurrió en septiembre de 2022. Tusk justificó este acto, que calificó de terrorismo, y condenó la decisión de construir el gasoducto en primer lugar.
“Desde nuestro punto de vista, quienes deberían avergonzarse y guardar silencio sobre el Nord Stream 2 son aquellos que decidieron llevar a cabo su construcción”, afirmó Tusk, refiriéndose a las entidades involucradas en el proyecto. Esta declaración surge en un contexto de creciente tensión entre Europa y Rusia, especialmente en el ámbito energético.
El primer ministro polaco expresó que el verdadero problema para Europa, así como para Ucrania, Lituania y Polonia, no residía en la detonación del gasoducto, sino en su existencia. Tusk acusó a “algunas empresas paneuropeas, alemanas y neerlandesas” de haber colaborado con Rusia en la realización de este proyecto de transporte de gas.
En relación con la voladura de los gasoductos, Tusk informó que las autoridades polacas detuvieron a un ciudadano ucraniano identificado como Vladímir Z. Esta acción se llevó a cabo debido a una orden de detención europea. Sin embargo, Tusk aclaró que Polonia no tenía intención de acusar o extraditar al sospechoso a otro país, ya que eso no sería lo más conveniente para los intereses polacos.
Dos semanas atrás, el ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, había manifestado su disposición a ofrecer asilo al sospechoso, quien reside de manera permanente en la ciudad polaca de Pruszków.
