Un avistamiento sin precedentes ha dejado boquiabiertos a los científicos: un tiburón Sliteye fue grabado en el Territorio Británico del Océano Índico, específicamente en el Gran Banco de Chagos, un área marina protegida. Este descubrimiento se logró gracias a un proyecto conjunto entre la Administración de BIOT y la Universidad de Swansea, el cual busca profundizar en el estudio de las praderas marinas y su importancia ecológica.
Innovación tecnológica para la investigación marina
El proyecto ha utilizado Sistemas de Vídeo Subacuático Remoto con Cebo (BRUVS), que fueron implementados por el Oficial Superior de Protección Pesquera de BIOT durante patrullas regulares. Estos dispositivos no solo han permitido el monitoreo de la biodiversidad, sino que también han contribuido a la lucha contra la pesca ilegal en una de las áreas marinas protegidas más grandes del mundo. Aunque los resultados completos aún están en proceso de análisis, el avistamiento del tiburón Sliteye marca un hito significativo en el estudio de la fauna marina en la región.
La colaboración se enmarca en una red más amplia de cámaras submarinas financiadas por el programa Cinturón Azul del Gobierno británico, que abarca los océanos Atlántico, Índico, Pacífico y Antártico. Este esfuerzo incluye la participación de científicos de instituciones internacionales, como el Centro de Ciencias del Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura (CEFAS) y la Universidad de Australia Occidental, quienes se han unido a la Red Global de Análisis de la Fauna Oceánica.
Un futuro prometedor para la conservación marina
El Dr. Paul Whomersley, director del proyecto de CEFAS, destacó que esta nueva red permitirá a los Territorios de Ultramar del Reino Unido contar con información crucial para la gestión y protección de sus ecosistemas marinos. “Nos permitirá comprender mejor la biodiversidad y la conectividad de estas áreas oceánicas, proporcionando datos necesarios para desarrollar estrategias efectivas de conservación”, afirmó.
El avance en la investigación de especies como el tiburón Sliteye es vital no solo para la ciencia, sino también para la preservación de la biodiversidad del océano. Con cada nuevo descubrimiento, se refuerza la necesidad de proteger estos frágiles ecosistemas que albergan una rica biodiversidad.
Este avistamiento resalta la importancia de la investigación científica colaborativa y el uso de tecnología avanzada en la conservación marina, un esfuerzo que se espera continúe brindando sorpresas en el futuro.