Este viernes, trabajadores de universidades nacionales y del hospital Garrahan, el principal centro de salud pediátrica de Argentina, tomaron las calles de Buenos Aires en un contundente rechazo al veto del presidente Javier Milei a dos leyes fundamentales que prometían mayores recursos para ambos sectores. La protesta, que reunió a cientos de personas, fue convocada por sindicatos docentes y de salud, quienes anticiparon una gran movilización programada para el 17 de septiembre con el objetivo de exigir que el Congreso revierta la decisión del mandatario.
Rechazo a los vetos gubernamentales
Los manifestantes ocuparon el espacio frente al Congreso, demandando que el Gobierno federal dé marcha atrás con los vetos a las leyes de Emergencia Pediátrica y de Financiamiento Universitario. Ambas iniciativas contaron con un amplio consenso en el Senado y la Cámara de Diputados, pero Milei las considera incompatibles con su meta de equilibrio fiscal y «déficit cero». Durante la movilización, Laura Carboni, secretaria general de la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), enfatizó que el propósito central de las protestas es que el Ejecutivo acate la mejora presupuestaria dictada por el Congreso, subrayando que «sin sueldos no hay universidad».
Carboni resaltó que estas acciones buscan presionar a los diputados para que comprendan que los trabajadores siguen firmes en su demanda de una recomposición salarial y financiamiento adecuado para que las universidades funcionen. La Ley de Financiamiento Universitario, vetada el miércoles, establecía una actualización del presupuesto estatal destinado a universidades públicas y a los salarios de profesores y personal no docente.
Condiciones laborales críticas en salud
En paralelo a la movilización, los trabajadores del hospital Garrahan también llevaron a cabo una huelga de 24 horas, acompañada por la toma de varios edificios de facultades por parte de estudiantes. Belén, licenciada en enfermería con diez años de experiencia en el Garrahan, expresó su tristeza por tener que estar en la calle pidiendo un salario digno. «No tienen idea de nuestro trabajo», comentó, refiriéndose al ajuste presupuestario del Gobierno y alertando sobre la escasez de insumos y personal, que ha llevado a muchos compañeros a renunciar.
La Ley de Emergencia Pediátrica, vetada recientemente por Milei, fue impulsada por la oposición debido a la crisis que enfrenta el hospital Garrahan y otros centros de salud en el país. Diego Saavedra, trabajador del Garrahan y delegado gremial de la Asociación de Trabajadores del Estado, habló desde la Plaza de Mayo, donde la protesta se trasladó tras comenzar frente al Congreso. Saavedra denunció que «este Gobierno de la motosierra» tiene planes de privatizar la salud pública y las universidades, mientras que el Garrahan enfrenta un grave ahogo presupuestario.
Según el delegado, uno de los problemas más graves es el desmantelamiento de equipos interdisciplinarios en el centro de salud, resultado de las crecientes renuncias por las malas condiciones laborales. «Este Gobierno quiere romper algo que es un derecho», concluyó Saavedra, reflejando el descontento y la urgencia de los trabajadores por un cambio en las políticas gubernamentales.
