Caracas denuncia un grave incidente ocurrido el pasado sábado, cuando un buque de la Armada de los Estados Unidos, el USS Jason Dunham, retuvo por más de ocho horas el barco pesquero Carmen Rosa, tripulado por nueve pescadores en aguas venezolanas. Este hecho se produce en medio de un clima de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, que ha desplegado ocho buques de guerra en el Caribe.
Detalles del Asalto
Según el comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, el Carmen Rosa fue asaltado de manera ilegal y hostil mientras navegaba a 48 millas náuticas al noreste de la Isla La Blanquilla, dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país. La embarcación estadounidense, equipada con misiles de crucero y marines entrenados, mostró una actitud provocadora que, según Caracas, busca justificar una escalada bélica en la región.
El gobierno venezolano no escatimó en críticas hacia las acciones de Washington, considerando que reflejan una conducta “bochornosa” de ciertos sectores políticos que comprometen irresponsablemente recursos militares. El comunicado destaca que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana registró el incidente con sus medios aéreos y navales, garantizando la seguridad de los pescadores hasta su liberación.
Tensiones en Aumento
Caracas ha exigido a Estados Unidos que cese de inmediato estas acciones que ponen en riesgo la seguridad y la paz en el Caribe. Esta situación se agrava tras el anuncio, a principios de agosto, de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien confirmó el despliegue de tres buques con 4,000 soldados en aguas del Caribe cerca de Venezuela. La tensión ha aumentado aún más desde que la fiscal general estadounidense, Pamela Bondi, ofreció una recompensa de 50 millones de dólares por información sobre Nicolás Maduro, al que acusa de liderar una organización criminal conocida como el cartel de los Soles.
En este contexto, el gobierno venezolano ha solicitado el apoyo del secretario general de la ONU, António Guterres, ante lo que considera una amenaza inminente de Estados Unidos en la región. Además, el gobierno de Maduro ha movilizado milicianos y reforzado sus fronteras para enfrentar cualquier intento de incursión estadounidense en su territorio.
Sin duda, la situación en el Caribe es un asunto que requiere atención internacional, ya que las acciones bélicas podrían tener repercusiones significativas no solo para Venezuela, sino para toda la región.