El gobierno de Venezuela ha llevado a cabo una serie de ejercicios de adiestramiento militar en áreas urbanas, con el objetivo de preparar a la población civil ante una posible agresión por parte de Estados Unidos.
Las actividades, que incluyen simulacros y entrenamientos, buscan involucrar a los ciudadanos en la defensa del país, resaltando la importancia de la participación popular en situaciones de crisis. Este enfoque se enmarca en un contexto de tensiones crecientes entre Venezuela y Estados Unidos, que han llevado a la nación sudamericana a adoptar medidas de seguridad más robustas.
Las autoridades han hecho hincapié en que la preparación de los civiles es esencial para fortalecer la soberanía nacional. Los entrenamientos se están realizando en diversas localidades, con la intención de fomentar un sentido de unidad y resistencia en la población.
Este tipo de iniciativas reflejan la postura del régimen de Venezuela frente a las amenazas externas y su interés por involucrar a los ciudadanos en la defensa de su territorio. A medida que las relaciones diplomáticas se deterioran, el país continúa reforzando sus capacidades defensivas y su disposición a movilizar a la ciudadanía en caso de un conflicto.