El Gobierno de Puebla dará inicio en octubre a la segunda etapa de pavimentación en la capital, que abarcará la intervención de 20 calles y avenidas, según lo anunció el secretario de Infraestructura, José Manuel Contreras. Esta fase promete mejorar la infraestructura vial de la región, contribuyendo al desarrollo urbano.
Equipos para fortalecer los trabajos
El gobernador Alejandro Armenta informó que se incorporarán cuatro nuevos equipos a los trabajos de pavimentación, sumándose a los 14 que ya tiene la entidad, con un total de diez unidades que serán adquiridas. Esta adición aumentará la capacidad operativa en diversas localidades, permitiendo atender hasta 120 kilómetros de vialidades, lo que equivale a 2,400 calles de 50 metros.
Actualmente, se están rehabilitando 12 vialidades en la zona urbana y conurbada, con una extensión total de 60.75 kilómetros. De acuerdo con los últimos reportes, la carretera San Francisco Totimehuacan ya se concluyó, mientras que las laterales de la recta a Cholula presentan un avance del 98 por ciento. El camino al Batán tiene un progreso del 12.6 por ciento, y la calzada Zavaleta muestra un avance del 13.3 por ciento.
Proceso de pavimentación y solicitudes recibidas
El proceso de rehabilitación inicia con la fresadora, que retira la capa dañada del pavimento, dejando una base uniforme. Luego, la barredora elimina el polvo, basura y piedras antes de colocar el nuevo material. La distribuidora de emulsión asfáltica prepara el terreno, asegurando la adherencia de la carpeta, y finalmente, la pavimentadora extiende la mezcla, que se compacta para sellar los poros y aumentar su resistencia.
El secretario de Infraestructura también reveló que han recibido 728 solicitudes de intervención de 108 municipios, las cuales están en revisión y programación. Hasta el momento, 55 han sido atendidas y 24 están en ejecución en 15 demarcaciones. En cuanto al barrido mecánico, se han limpiado 616.4 kilómetros y se han recolectado 452 metros cúbicos de desechos, equivalentes a 76 camiones cargados. Este esfuerzo ha sido clave para evitar el taponamiento de coladeras y facilitar el desalojo del agua pluvial.
Las obras de pavimentación, junto con otras siete, estarán finalizadas en noviembre, mejorando significativamente la movilidad y calidad de vida de los poblanos.
