Durante su visita a Tlaxcala para rendir su Primer Informe, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el inicio de la pensión para mujeres de 60 a 64 años, un programa que busca visibilizar y reconocer el trabajo de cuidados no remunerado que han realizado históricamente las mujeres en México.
Un apoyo necesario y significativo
Este nuevo apoyo, que forma parte de la estrategia Mujeres Bienestar, se entregará de manera bimestral con un monto de 3,000 pesos. El objetivo principal es proporcionar un ingreso que ofrezca mayor autonomía y seguridad económica a mujeres que, al llegar a esta etapa de la vida, muchas veces no cuentan con empleo formal ni pensión.
Las beneficiarias, al cumplir los 65 años, serán incorporadas automáticamente al programa de Pensión del Bienestar para Personas Adultas Mayores, garantizando así la continuidad del apoyo que tanto necesitan.
Requisitos y proceso de registro
Para acceder a este beneficio, las interesadas deben tener entre 60 y 64 años, ser mexicanas, residir en el país y no recibir otra pensión federal en ese rango de edad. Los requisitos incluyen identificación oficial, acta de nacimiento, CURP, comprobante de domicilio reciente y un número telefónico de contacto. El registro comenzó en agosto de 2023 e incluye módulos en las principales ciudades y visitas domiciliarias en comunidades rurales y marginadas, con la finalidad de que nadie quede fuera.
Sheinbaum destacó la importancia de reconocer el trabajo doméstico y de cuidados, que ha sido invisible por décadas y recae principalmente en las mujeres. Con esta política, se busca disminuir la desigualdad de género y brindar un respaldo a quienes han dedicado gran parte de su vida al cuidado de hijos, nietos, personas mayores o familiares con discapacidad, sin recibir un salario por ello.
La Pensión Mujeres Bienestar representa un paso significativo en la construcción de un sistema nacional de cuidados que ponga en el centro a quienes sostienen la vida diaria de millones de familias mexicanas. Ahora, el desafío será garantizar una cobertura amplia, la suficiencia presupuestal y la continuidad del programa para que este reconocimiento se convierta en un derecho sólido y duradero para las mujeres de México.
