Comerciantes establecidos en el Centro Histórico de la Ciudad de México han expresado su descontento con los operativos implementados por el Gobierno de la Ciudad, señalando que han sido insuficientes para mantener el orden en la vía pública. La proliferación del comercio ambulante alrededor de las principales vialidades ha generado un caos que afecta tanto a los negocios formales como a la convivencia en esta zona emblemática.
Desde hace meses, los empresarios han notado un aumento significativo en la presencia de vendedores informales, lo que ha llevado a una saturación del espacio público y ha disminuido las ventas en sus establecimientos. “Es imposible competir con quienes no pagan impuestos y ocupan la calle sin regulación”, afirmó uno de los comerciantes afectados, quien pidió no ser identificado por temor a represalias.
Demandas de los comerciantes
Los representantes del comercio formal han solicitado a las autoridades una revisión de las estrategias de control y ordenamiento, argumentando que la situación se ha vuelto insostenible. “No cabe duda de que el comercio ambulante es una realidad, pero debe haber un equilibrio que favorezca a quienes operan de manera legal”, expresó otro comerciante.
Por su parte, el Gobierno de la Ciudad ha implementado algunos operativos de revisión, pero estos han sido catalogados como insuficientes por los afectados. La falta de una estrategia clara y efectiva para abordar el problema del comercio ambulante ha generado frustración y un sentimiento de abandono entre los empresarios del Centro Histórico.
Impacto en la economía local
La situación no solo afecta a los comerciantes establecidos, sino que también tiene repercusiones en el turismo y la imagen del Centro Histórico, un área que atrae a miles de visitantes cada semana. “Si seguimos así, perderemos la esencia de lo que hace a este lugar especial”, advirtió un empresario del sector, quien añadió que se requiere una mayor presencia policial y normativa para regular la actividad comercial.
El desafío del comercio ambulante no es nuevo, pero la creciente competencia desleal ha llevado a los comerciantes a alzar la voz y exigir medidas más contundentes. “Estamos dispuestos a colaborar con las autoridades, pero necesitamos acciones visibles y efectivas”, concluyó un comerciante, subrayando la urgencia de un cambio en la estrategia gubernamental.