Un video grabado en Tultitlán, Estado de México, ha sacudido las redes sociales al mostrar cómo un repartidor de la plataforma DiDi se convierte en involuntario mensajero de drogas. En la grabación, el joven recibe un paquete de una mujer que asegura que contiene un simple sobre con una tarjeta, pero que no puede entregarlo ella misma debido al “despapaye” en la zona.
El incidente ocurre en un contexto de creciente preocupación por la seguridad de los repartidores. Al verse atrapado en calles inundadas, el repartidor decide cancelar el viaje. Fue en ese momento cuando abre el misterioso paquete, encontrando un sobre de tarjeta de crédito que oculta una pequeña bolsa con lo que parece ser una sustancia ilícita.
Un problema recurrente
Este video, publicado por la cuenta de yasiel BG, no ha pasado desapercibido. Generó una ola de comentarios de usuarios que aseguran que este tipo de situaciones no son aisladas. Comentarios indican que casos similares han ocurrido en otras plataformas como Uber y DiDi, donde los repartidores son utilizados para el transporte de sustancias prohibidas.
Lo que resulta alarmante es que plataformas como DiDi cuentan con una función para enviar paquetes, lo que deja a los repartidores expuestos a prácticas ilegales. La realidad es que, sin una regulación adecuada y medidas de seguridad, estos trabajadores podrían seguir siendo víctimas de un modus operandi que pone en riesgo tanto su integridad como la confianza en los servicios de entrega.
La necesidad de regulación
El caso del repartidor de DiDi pone en evidencia la urgencia de desarrollar protocolos que garanticen la seguridad de quienes laboran en la economía colaborativa. Las plataformas deben implementar medidas para evitar que sus servicios sean utilizados para actividades ilícitas, protegiendo así a sus trabajadores y a la comunidad en general.
En un país donde la violencia y el narcotráfico son problemas persistentes, es crucial que las empresas tecnológicas tomen responsabilidad y actúen proactivamente para prevenir que sus servicios sean aprovechados por delincuentes. La situación actual exige una respuesta inmediata para salvaguardar a los repartidores y restaurar la confianza en las aplicaciones de entrega.