La Diócesis de Córdoba se alista para llevar a cabo un significativo Encuentro Jubilar en el marco del año de la Esperanza, convocado por el Papa Francisco. Este evento se desarrollará el 4 de octubre en dos locaciones: el Colegio Trinidad y la Plaza de Toros.
La primera parte de esta celebración se centrará en un encuentro sinodal que contará con la participación de 600 representantes de diversas realidades eclesiales de Córdoba. En el Colegio Trinidad, se han organizado cinco itinerarios con un total de 30 grupos de reflexión. La jornada incluirá una ponencia general del Obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández.
Este evento se orientará a analizar aspectos relevantes de la vida de la Iglesia diocesana, incluyendo la transmisión de la fe, la educación, el papel de los jóvenes en la Iglesia, la implicación en la vida pública, así como la caridad política y la acción caritativa y social de los católicos en la actualidad.
Después de las reflexiones y testimonios, los participantes discutirán en sus respectivos grupos y presentarán conclusiones que serán compartidas en una asamblea general.
En la tarde, el encuentro se transformará en una celebración festiva con una procesión eucarística que contará con la presencia de la Custodia de Arfe, la Virgen de la Fuensanta y los Santos Acisclo y Victoria. La procesión será acompañada por banderas y estandartes de diversas Hermandades y Cofradías, así como de asociaciones y movimientos de la Diócesis.
La procesión comenzará en la Parroquia de Beato Álvaro y culminará en la plaza de toros, donde se espera la llegada de 7000 personas para recibir a Jesús Sacramentado. Este momento incluirá adoración, bendición y reserva, finalizando con una Eucaristía presidida por el Obispo de Córdoba.
La celebración litúrgica contará con la participación de la Orquesta y Coro de la Catedral de Córdoba, y será seguida por un festival de música católica con actuaciones de Pablo Martínez y Jesús Cabello. Este encuentro del 4 de octubre simboliza para la Iglesia de Córdoba una oportunidad para vivir la experiencia de la vida cristiana y celebrar la presencia del Señor en medio de la comunidad.
