La tragedia en Iztapalapa se torna insostenible: el pasado 12 de septiembre de 2025, la explosión de una pipa de gas LP de la empresa Silza, S.A. de C.V. dejó un saldo trágico de nueve personas fallecidas, convirtiéndose en uno de los incidentes más graves en la Ciudad de México desde la catástrofe del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa en 2015. La volcadura de la pipa, que transportaba 49,500 litros de hidrocarburo, ocurrió en el Puente de la Concordia, dejando detrás imágenes devastadoras de víctimas y daños colaterales.
Investigación y respuesta inmediata
Más de 1,370 efectivos de las autoridades locales, del Estado de México y de la Federación se desplegaron para atender el siniestro, mientras que peritos comenzaron a investigar las causas del accidente. A la mañana siguiente, la zona ya era un lugar de actividad, con vehículos circulando y trabajadores de limpieza del Gobierno local barriendo los escombros. En un contexto de angustia, familiares de las víctimas esperaban noticias en hospitales como el Ruben Lenero y el ISSSTE de Zaragoza.
La Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, ofreció una conferencia donde informó que, hasta el momento, había 94 personas afectadas por la explosión. De estas, ocho habían fallecido y 87 resultaron lesionadas, con 19 dadas de alta y 22 en estado crítico. “No están solos, vamos a estar apoyando a cada una de las familias”, aseguró Brugada Molina, enfatizando el compromiso del Gobierno de la Ciudad.
Apoyo a las familias y medidas preventivas
Además de ofrecer apoyo inmediato, la funcionaria destacó que se implementará un censo de las víctimas y se brindará atención psicológica y asesoría jurídica. También se destinarán recursos para servicios funerarios para aquellos que lo necesiten, en un esfuerzo por mitigar el impacto de esta tragedia. Cabe mencionar que la Protección Civil de la Ciudad de México descartó que la explosión hubiese dañado la estructura del puente.
En un intento por prevenir futuros accidentes, Brugada Molina solicitó a la Secretaría de Gestión Integral de Riesgo y Protección Civil que colabore con la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para desarrollar un protocolo que regule el transporte de sustancias peligrosas en las calles de la ciudad. La Secretaría de Seguridad Ciudadana, a través de su titular Pablo Vázquez Camacho, recordó que el Reglamento de Tránsito ya establece rutas y horarios específicos para este tipo de transporte.
La realidad es que la situación demanda atención urgente y un compromiso firme para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos en la Ciudad de México. La comunidad y las autoridades se encuentran en un momento crítico, donde la solidaridad y la acción son más necesarias que nunca.