El pasado miércoles, durante la sesión de Cabildo en Saltillo, la bancada de Morena dio un paso que ha generado controversia al votar en contra del programa de transporte público denominado “Aquí Vamos Gratis”, que contempla dos rutas troncales gratuitas que recorrerán la ciudad de sur a norte y de oriente a poniente. Esta decisión fue criticada por el primer regidor, Mario Mata Quintero, quien expresó su descontento ante la postura adoptada por los regidores morenistas.
Rechazo a la movilidad inclusiva
Los regidores de Morena, incluyendo a Alejandra Salazar, Daniela Ramos Macías, Rosaura Monroy, Ricardo Treviño Salinas y el Síndico José Roberto Martínez, votaron en contra del programa de movilidad propuesto por el alcalde Javier Díaz. Sin embargo, gracias a los votos de las fracciones del PRI, PAN, MC y PRD, el programa fue aprobado por mayoría, lo que beneficiará a aproximadamente 250 mil saltillenses.
“Es una pena que Morena votara en contra de darle gratis a la gente un gran programa de movilidad como el de Aquí Vamos”, señaló Mata, quien criticó la visión partidista que prevalece en la toma de decisiones. Según él, esta postura no solo obstaculiza el progreso de la movilidad en Saltillo, sino que también refleja una falta de compromiso con las necesidades de la ciudadanía.
Impacto en la infraestructura urbana
Además del rechazo al programa de transporte gratuito, Mata Quintero indicó que los regidores morenistas también votaron en contra de la propuesta de aumentar la cantidad de ciclovías en la ciudad, así como de la implementación de semáforos sincronizados y obras peatonales, elementos esenciales que estaban incluidos en el programa de movilidad. “Fue un gran error de Morena. Buscaron crear polémica y seguirse promoviendo con fines políticos, pero a costa de la gente”, sentenció.
En un contexto donde la movilidad urbana se vuelve cada vez más crítica, la decisión de Morena ha dejado a muchos saltillenses cuestionando la responsabilidad de sus representantes y la dirección que tomará la ciudad en términos de infraestructura y servicios públicos. La entrada de este nuevo programa significa una mejora significativa para el transporte, pero el futuro de su implementación ahora depende de la colaboración entre las diferentes fracciones políticas del Cabildo.
La controversia en torno a este asunto refleja la complejidad de la política local y la necesidad de priorizar el bienestar de los ciudadanos por encima de los intereses partidistas.