Un reciente estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) pone de manifiesto la difícil situación laboral que enfrentan las mujeres jóvenes en la Ciudad de México. Según el análisis, las mujeres de entre 15 y 29 años se encuentran en condiciones de precariedad laboral, lo que les impide contar con ingresos suficientes y muchas veces las obliga a trabajar en la informalidad.
Esta realidad limita sus oportunidades de desarrollo y acceso a recursos propios, un hecho preocupante en un contexto donde la igualdad de género y la autonomía económica son temas de creciente relevancia. La falta de empleos dignos y bien remunerados para este grupo etario no solo afecta su bienestar individual, sino que también repercute en el desarrollo económico general de la sociedad.
El estudio destaca que este fenómeno no es aislado, sino que refleja una problemática estructural en el mercado laboral que afecta a las mujeres de diversas edades, aunque de forma particular a las más jóvenes. La informalidad laboral, caracterizada por la ausencia de derechos laborales y prestaciones, prevalece en este segmento, lo que agrava su situación económica y social.
Ante estos hallazgos, es esencial que se implementen políticas públicas efectivas que fomenten la inclusión laboral de estas mujeres, promoviendo un entorno donde puedan acceder a empleos formales y bien remunerados. La situación actual exige una respuesta integral que no solo aborde la precariedad laboral, sino que también busque empoderar a las mujeres jóvenes, garantizando así su desarrollo y contribución a la economía nacional.