La Secretaría del Trabajo ha emitido un aviso crucial para todas las oficinas en el contexto del Día de Muertos. Este año, las oficinas que no instalen un altar de muertos no podrán participar en el convivio de tamales ni acceder al champurrado institucional.
Con el propósito de hacer obligatoria la instalación de altares en todos los centros de trabajo, las autoridades han decidido que, para disfrutar de las festividades de otoño, es imprescindible que cada oficina haya montado su ofrenda reglamentaria.
El titular de la dependencia expresó su descontento con las prácticas inadecuadas que se han visto en varias oficinas: “Estamos hartos de ver oficinas donde solo ponen una veladora o una foto en blanco y negro de la mamá del jefe y lo hacen pasar como altar. Eso no cuenta”.
Para asegurar el cumplimiento de esta normativa, inspectores federales visitarán edificios gubernamentales y oficinas privadas para verificar que los altares tengan, al menos, tres niveles, dos veladoras, pan de muerto, papel picado, una fotografía de un actor de la época del cine de oro y un producto de la marca Gamesa.
Las oficinas que no se ajusten a estas regulaciones enfrentarán sanciones significativas, que incluyen la pérdida temporal de derechos como el uso de la cafetera común, la suspensión del viernes casual y la exclusión automática del convivio del Día de Muertos, lo que significa no habrá tamales ni rifas.
Este anuncio llega en un momento en que la celebración de Día de Muertos cobra especial relevancia en la cultura mexicana, simbolizando una conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
