Un incendio devastador ocurrido el pasado martes ha dejado al pastor Marcelino José Ávila en una situación crítica, después de que parte de su hogar en la colonia Divina Providencia fuera consumido por las llamas. Aún profundamente afectado por el incidente, Ávila observa con tristeza lo que queda de su vivienda, marcada por el humo y los restos de sus muebles calcinados.
La tragedia no solo ha destruido años de esfuerzo y dedicación, sino que también ha dejado a su familia con la angustia de no saber cómo proceder para reconstruir lo que se ha perdido. A pesar de esta adversidad, el pastor se mantiene firme en su fe y hace un llamado a la solidaridad de la comunidad para ayudarle a levantarse de este difícil momento.
Ávila está dispuesto a recibir cualquier tipo de apoyo, desde un clavo hasta materiales más grandes, que le permitan reconstruir su hogar y, en el futuro, establecer un espacio seguro para aquellos que puedan necesitarlo en situaciones de emergencia. “Lo material se recupera, la vida sigue, y eso es lo más importante”, afirmó, reconociendo lo que considera un milagro: su vida y la de su familia están a salvo.
En su búsqueda de apoyo, el pastor ha promovido la solidaridad entre sus vecinos y la comunidad religiosa de la iglesia El Buen Pastor. Agradeció a todas las personas que han estado pendientes de su salud y bienestar. Además, expresó su gratitud hacia el cuerpo de Bomberos de Tijuana, quienes, aunque no pudieron salvar ningún mueble ni documentos personales, lograron proteger su vida y la de su familia.
La comunidad ahora enfrenta el reto de ayudar a Marcelino José Ávila a reconstruir su hogar y su vida tras este devastador siniestro. La colaboración y el apoyo mutuo son fundamentales en momentos de crisis como este, donde la solidaridad puede marcar la diferencia en la recuperación de quienes han perdido tanto.