El Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) realizó un análisis exhaustivo a 85 leches y productos lácteos ultrapasteurizados, con el objetivo de garantizar la calidad y seguridad de estos productos en el mercado mexicano. Esta evaluación incluyó un total de seis mil 460 pruebas, revelando que la mayoría de los productos cumplen con las normativas establecidas.
Resultados del análisis de productos lácteos
La norma NOM-155-SCFI-2012 establece criterios claros sobre la clasificación de la leche, que incluye categorías como leche entera, descremada y semidescremada, según su contenido de grasa butírica. La leche entera, por ejemplo, debe tener un mínimo de 30 gramos de grasa por litro, mientras que la descremada no debe exceder los 5g/L. En cuanto a los productos lácteos combinados, se utilizan grasas vegetales y otros ingredientes lácteos, siguiendo la NOM-183-SCFI-2012.
Los hallazgos del laboratorio muestran que, de las más de 20 marcas analizadas, todas cumplieron con el contenido neto declarado, conforme a la NOM-002-SCFI-2011. En total, 84 de los productos evaluados se ajustan a lo requerido en cuanto a la información comercial y etiquetado, que incluye datos sobre el responsable del producto, ingredientes y la fecha de caducidad.
Incumplimiento de un producto
Sin embargo, un producto, la bebida láctea de la marca Lacti Lac, no logró cumplir con las normativas. Esta bebida se presenta como “bebida láctea con grasa vegetal ultrapasteurizada adicionada con vitaminas A y D”, pero su denominación no se alinea con las normas vigentes, lo que llevó a PROFECO a considerar su incumplimiento. Este producto, disponible en las Tiendas 3B, podría ser visto como una imitación de un producto lácteo combinado, lo que genera confusión para los consumidores.
Ante esta situación, la PROFECO advierte a los consumidores sobre la importancia de leer detenidamente las etiquetas antes de adquirir productos lácteos. Es fundamental verificar la tabla nutrimental, asegurarse de que los envases estén sellados y que la fecha de caducidad esté vigente. Una vez abiertos, se recomienda conservar los productos en refrigeración y tapados para mantener su calidad.
Este análisis refuerza el compromiso de la PROFECO con la protección de los consumidores, garantizando que los productos que llegan a las mesas de los mexicanos sean seguros y de calidad. La vigilancia constante y la educación al consumidor son vitales para evitar riesgos para la salud y la economía familiar.