La Comisión Estatal de Aguas (CEA) ha informado que, debido al segundo desfogue en la presa Zimapán, se implementará un tandeo de agua en la zona metropolitana de Querétaro. Esta decisión responde a la necesidad de verter 300 metros cúbicos por segundo para manejar la situación actual.
Según la CEA, el suministro de agua potable se mantendrá de forma irregular, ajustando los volúmenes distribuidos a través de la red para garantizar que la afectación en el servicio sea mínima y equitativa para todos los habitantes de la región.
El mes pasado, el desfogue alcanzó los 500 metros cúbicos, pero en esta ocasión, se ha decidido reducir el volumen a 300 para evitar mayores daños. “Estamos priorizando la seguridad de las familias de Querétaro y de otras localidades, así como prevenir posibles afectaciones por el agua expulsada”, señaló un portavoz de la CEA.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) es la entidad que, junto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), determina tanto el periodo del desfogue como el volumen de agua que se libera. Mientras dure este proceso, la CEA continuará con el servicio irregular de agua potable en la zona.
Además, la situación se ha complicado por la entrada continua de agua pluvial en la presa, que se estima en 270 metros cúbicos por segundo. Esto ha llevado a una reevaluación de las proyecciones iniciales, resultando en que el nivel de la presa solo disminuye un centímetro por hora.
La administración local, encabezada por el gobernador Mauricio Kuri, está dando seguimiento a la situación del desfogue y ha hecho un llamado a la población para hacer un uso responsable del agua durante este período crítico.