El Sistema Estatal DIF (SEDIF) de Tlaxcala anunció que, hasta la fecha, se han concretado 36 adopciones en el presente año, lo que refleja un avance notable en la búsqueda de hogares para niños en situaciones vulnerables.
La presidenta honoraria del SEDIF, Mariana Espinosa, expresó su agradecimiento a las familias adoptivas por ayudar a que los sueños de los menores se hagan realidad. Este proceso se lleva a cabo en el Juzgado Segundo de lo Familiar, donde se realizan las juntas familiares que culminan con la aprobación de las adopciones.
Es importante señalar que los tiempos de adopción en Tlaxcala son más cortos en comparación con otros estados, lo que ha llevado a familias de diferentes partes del país a optar por este estado. El SEDIF ha implementado un proceso riguroso y personalizado, donde se considera la liberación de los menores por parte del poder judicial, un paso fundamental para determinar la disponibilidad de los niños para la adopción.
Las familias interesadas deben pasar por un proceso de certificación que evalúa su idoneidad, incluyendo aspectos económicos, sociales y psicológicos. Mariana Espinosa enfatizó que no se buscan lujos, sino lo básico: una alimentación adecuada, un espacio higiénico en casa y tiempo suficiente de los padres para estar con los niños.
El proceso de adopción incluye visitas domiciliarias y entrevistas con familiares y empleadores, garantizando así que los niños sean colocados en entornos seguros y estables. El tiempo necesario para concretar una adopción puede variar, oscilando entre tres meses y más de un año, dependiendo de las características particulares de cada caso.
El Centro de Asistencia Social de Tlaxcala alberga a niños y adolescentes de diversas edades, desde recién nacidos hasta 17 años, priorizando la no separación de hermanos, aunque se respetan las decisiones individuales de los adolescentes en caso de discrepancias.
Tras la adopción, se establece un periodo de adaptación que incluye convivencia familiar antes de la legalización, seguido de un seguimiento de tres años para asegurar una integración exitosa de los niños en sus nuevos hogares.
