El 19 de septiembre de 2023, un sismo de magnitud 6.1 sacudió la Ciudad de México, generando un notable impacto en edificios históricos y provocando un estado de alerta en la población. El epicentro se localizó a 30 kilómetros del sureste de la capital, lo que incrementó la preocupación por la seguridad de las estructuras más antiguas de la ciudad.
Impacto en la infraestructura
Las primeras evaluaciones realizadas por Protección Civil revelaron daños significativos en varios edificios emblemáticos, como el Palacio de Bellas Artes y la Casa de los Azulejos. El desplome de algunos muros y la caída de fragmentos de mampostería causaron el cierre temporal de importantes avenidas y un operativo de seguridad para asegurar que no hubiera más riesgos.
El sismo, que se sintió en otras partes del país, recordó a muchos el devastador terremoto de 1985, lo que generó un estado de ansiedad entre los habitantes. Las redes sociales se inundaron de mensajes de alarma y solidaridad, con ciudadanos reportando daños y ofreciendo ayuda a quienes la necesitaban.
La respuesta de las autoridades
El Gobierno de la Ciudad de México activó de inmediato protocolos de emergencia, convocando a reuniones con expertos para evaluar la situación. Las autoridades hicieron un llamado a la calma, reiterando que todos los sistemas de alerta sísmica funcionaron correctamente, lo que permitió una evacuación ordenada en muchas zonas.
Además, se implementaron brigadas de revisión en las zonas más afectadas, las cuales están realizando un seguimiento de las estructuras dañadas. Es importante mencionar que la UNAM también se unió a los esfuerzos de evaluación, proporcionando expertos en sismología para ayudar a entender mejor el fenómeno.
La realidad es que este evento sísmico no solo deja huellas físicas, sino también un recordatorio de la vulnerabilidad de la CDMX ante los desastres naturales. La población fue testigo de la resiliencia de la infraestructura, pero también de la necesidad de continuar fortaleciendo las medidas de prevención y respuesta.
Con el paso de los días, se espera que las autoridades continúen con las revisiones y den a conocer un informe detallado sobre los daños y las acciones a seguir. La comunidad se mantiene alerta y unida, mostrando el espíritu solidario que caracteriza a los mexicanos en momentos de crisis.
