La tragedia golpeó a Mazatlán cuando un joven de 19 años, identificado como Jahir, perdió la vida tras ahogarse en la playa frente al Hotel Coraline. El incidente tuvo lugar durante el periodo vacacional de verano y ha desatado cuestionamientos sobre la actuación de los salvavidas en la zona.
El lamentable suceso ocurrió la tarde del lunes, cuando Jahir decidió ingresar al mar acompañado de su madre y su novia. A pesar de la presencia de una bandera roja que advertía sobre las condiciones peligrosas del agua, el grupo se adentró en el océano. Testigos relataron que, poco después, Jahir comenzó a pedir ayuda, incapaz de regresar a la orilla debido a las fuertes corrientes de retorno que caracterizan la playa en esa época del año.
Mientras su madre y su novia intentaban socorrerlo, la situación se volvió crítica. Las olas arrastraron a Jahir mar adentro, desapareciendo de la vista de sus seres queridos en un instante desgarrador. La desesperación se apoderó de la escena mientras sus familiares observaban la tragedia que se desarrollaba ante ellos.
Los esfuerzos de rescate comenzaron de inmediato. Elementos de Protección Civil y salvavidas locales desplegaron un operativo que incluía motos acuáticas, salvavidas a pie y drones equipados con cámaras de visión nocturna e infrarroja. A pesar de estas acciones, el cuerpo de Jahir no fue localizado esa noche, lo que llevó a las autoridades a considerarlo como desaparecido.
Finalmente, fue hasta las 5:00 de la mañana del martes que el mar devolvió el cuerpo sin vida del joven, un momento que marcó un giro trágico en la historia que había comenzado con un día de playa. La confirmación fue realizada por personal de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, que se encargó del levantamiento del cadáver.
El relato de la novia de Jahir ha añadido un elemento polémico a esta tragedia. Según su versión, minutos antes de que el joven fuera arrastrado por la corriente, pidió ayuda al salvavidas de la zona, quien supuestamente se negó a asistirlo, contestando: “No, no soy tu niñera”. Esta afirmación ha generado indignación y ha llevado a muchos a cuestionar la responsabilidad de los salvavidas en la playa, donde ya se habían colocado banderines rojos y amarillos indicando el peligro para los bañistas.
La playa donde ocurrió el incidente es conocida por sus corrientes de retorno, que pueden ser extremadamente peligrosas, especialmente para quienes no son expertos en nado. Las familias y grupos de amigos que estaban en la zona durante el accidente han expresado su frustración y dolor, sintiéndose impotentes ante la falta de asistencia efectiva en un momento de emergencia.
A medida que las labores de búsqueda continuaban, la madre, la novia y los amigos de Jahir permanecieron en la playa, visiblemente afectados, esperando noticias que confirmaron sus peores temores. La comunidad local ha mostrado su apoyo a la familia, mientras las autoridades aún no han emitido una postura oficial sobre las acusaciones de negligencia contra el salvavidas.
Este trágico suceso ha reabierto el debate sobre la seguridad en las playas de Mazatlán, un destino turístico popular que, a pesar de su belleza, presenta riesgos significativos para los bañistas. La falta de medidas adecuadas para proteger a quienes disfrutan del mar ha llevado a múltiples incidentes en el pasado, y muchos esperan que este evento sirva como un llamado de atención para mejorar las condiciones de seguridad en la zona.
La muerte de Jahir no solo representa una pérdida irreparable para su familia y amigos, sino que también plantea la necesidad urgente de revisar y reforzar los protocolos de seguridad en las playas de la región. La comunidad, junto con los organismos de seguridad, deben reflexionar sobre cómo prevenir que tragedias similares ocurran en el futuro.