La industria maquiladora en Tijuana se encuentra en plena preparación ante un posible incremento salarial del 12% para el año 2026. Diana Reyes Herrera, presidenta de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria (Arhitac), ha señalado que, aunque el anuncio oficial por parte del Gobierno Federal aún no se ha concretado, las empresas ya han comenzado a presupuestar este porcentaje en sus planes financieros. Esta proyección se basa en tendencias observadas en el año anterior y en estimaciones preliminares.
Reyes Herrera destacó que un aumento de esta magnitud tendría un impacto directo en el costo de la mano de obra. No solo afectaría el salario base, sino también todas las prestaciones laborales que están ligadas a ese monto. “Nosotros ya estamos preparados en caso de que sea un 12%, todavía falta revisar la inflación, pero es un dato que muy probablemente vaya a estar”, comentó en una reciente entrevista.
El salario mínimo en la región fronteriza de Tijuana se sitúa actualmente en 419.88 pesos diarios. Sin embargo, las maquiladoras suelen ofrecer remuneraciones superiores a esta cifra, complementando el salario con beneficios adicionales. Reyes Herrera subrayó que las empresas del sector están cubriendo más del 25% del salario mínimo semanal que se maneja en otros tipos de trabajo, considerando bonos, apoyos, transporte y otras compensaciones.
“El salario mínimo está alrededor de los 2,900 pesos, pero nuestras empresas están pagando un 25% o 30% % adicional a ese salario, cumplimos adicionalmente a ese sueldo”, agregó la presidenta de Arhitac. Esta diferencia resalta la competitividad del sector en un contexto donde la oferta laboral es crucial para atraer y retener talento.
Los incrementos salariales en la industria maquiladora no solo se limitan a la base salarial. Reyes Herrera explicó que tales ajustes obligan a una revisión total de las estructuras internas de sueldos. Esto afecta tanto a los niveles de entrada como a los tabuladores medios y superiores dentro de las empresas. La mayoría de las compañías cuenta con esquemas de escalafón y desarrollo de carrera, por lo que un ajuste en el salario mínimo implica reconfigurar los niveles salariales conforme a la experiencia y habilidades de los trabajadores.
Además, la presidenta de Arhitac hizo un llamado a las autoridades para que se implementen medidas fiscales que ayuden a las empresas a amortiguar el impacto económico que un aumento salarial podría generar. Esta solicitud busca equilibrar la necesidad de mejorar las condiciones laborales con la realidad económica que enfrentan las empresas, especialmente en un entorno de inflación creciente.
Con la llegada de diciembre, se espera la confirmación oficial del incremento. Sin embargo, las maquiladoras de Tijuana ya están operando con la previsión de un aumento del 12% en salarios y están tomando las medidas necesarias para iniciar el próximo año con estabilidad. Este enfoque anticipado refleja la adaptabilidad del sector ante cambios económicos y la voluntad de las empresas por mantener un entorno laboral competitivo y justo.