La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha realizado un importante decomiso de fauna exótica en un establecimiento ilegal en el estado de Hidalgo. Durante la operación, las autoridades encontraron un tigre de Bengala, un hipopótamo y un faisán dorado, todos ellos sin las autorizaciones necesarias para su manejo. Esta situación no solo constituye una violación de la ley, sino que también representa un alto riesgo para la seguridad pública y el medio ambiente.
El tigre fue trasladado a un centro especializado en Pachuca, donde se le brindará la atención adecuada. Por su parte, el hipopótamo y el faisán quedaron bajo custodia de la Profepa, con el objetivo de asegurar su bienestar y evitar cualquier posible riesgo que pudieran representar.
El tráfico de animales exóticos en México es un problema persistente, a pesar de que la Ley General de Vida Silvestre establece rigurosos requisitos para la posesión, manejo y exhibición de estos seres vivos. Sin embargo, el comercio ilegal sigue siendo una práctica común, impulsada principalmente por coleccionistas privados y espectáculos clandestinos que demandan una oferta cada vez mayor de felinos, aves y reptiles.
Organizaciones ambientalistas han señalado que esta situación no solo pone en peligro a las especies involucradas, sino que también afecta a los ecosistemas y plantea riesgos sanitarios para las comunidades humanas. El caso del tigre de Bengala y el hipopótamo en Hidalgo es un claro ejemplo de cómo especies originarias de Asia y África son traídas al país a través de redes de tráfico o criaderos no regulados. Estas especies suelen enfrentar condiciones lamentables en cuanto a alimentación, salud y espacio, lo que agrava su sufrimiento.
Según datos proporcionados por la ONU, el tráfico ilegal de especies silvestres es uno de los negocios ilícitos más rentables a nivel mundial, ocupando un lugar destacado justo detrás del narcotráfico, la trata de personas y el contrabando de armas. En México, animales como loros, monos, jaguares y tortugas se encuentran en la lista de especies que son objeto de este comercio clandestino.
La Profepa, como autoridad responsable de verificar que los establecimientos que manejan fauna silvestre cuenten con los permisos y planes autorizados, ha reiterado su compromiso de continuar realizando operativos para identificar y asegurar ejemplares en riesgo. La dependencia también ha advertido a la ciudadanía sobre las sanciones legales que pueden derivarse de la posesión de animales exóticos sin la debida autorización.
Este operativo en Hidalgo es un recordatorio de la importancia de preservar la biodiversidad y proteger a las especies que se encuentran en peligro debido a la actividad humana. La Profepa está decidida a combatir el tráfico de fauna y a promover el respeto por la vida silvestre, una tarea que requiere la colaboración de toda la sociedad.