Una tragedia conmociona a la comunidad de Bakersfield, California, después de que una madre de 20 años, Maya Hernández, fuera acusada de homicidio involuntario y crueldad infantil tras la muerte de su hijo de un año, Amillio Gutierrez. El pequeño falleció el pasado 29 de junio tras ser dejado en un automóvil expuesto a temperaturas extremas.
Según los reportes policiales, Hernández acudió a una clínica estética para someterse a un procedimiento de relleno labial. Antes de entrar, se comunicó con el establecimiento para preguntar si podía llevar a sus dos hijos, a lo que un empleado respondió que podían esperar en la sala de recepción. Sin embargo, la madre tomó la decisión de dejarlos en su vehículo, un Toyota Corolla híbrido 2022, con las puertas cerradas y los niños asegurados en sus sillas de seguridad.
Lo que debería haber sido una breve visita se transformó en una tragedia. Aunque el procedimiento estético duró entre 15 y 20 minutos, las autoridades informaron que la mujer estuvo fuera del automóvil aproximadamente dos horas y media sin verificar el estado de los menores. Al regresar cerca de las 4:30 p.m., encontró a Amillio convulsionando y con espuma en la boca. Investigadores estiman que los niños estuvieron sin aire acondicionado al menos 90 minutos.
El personal de la clínica auxilió rápidamente a los menores, llevando al hermano mayor al interior para enfriarlo con agua, pero la situación de Amillio era crítica. Su temperatura corporal alcanzó los 107°F (41.6°C) y fue declarado muerto en el hospital a las 5:48 p.m. El diagnóstico de los médicos sugiere que la temperatura interna del vehículo podría haber llegado hasta los 143°F (61.6°C).
En su declaración, Hernández manifestó que creía que sus hijos estarían seguros porque dejó el aire acondicionado encendido. Sin embargo, su vehículo cuenta con un sistema de apagado automático que desactiva el motor después de una hora. Al comprender la gravedad de su decisión, la madre admitió ser consciente de su irresponsabilidad, aunque no pudo justificar su acción ante las autoridades.
“Quedaron atrapados en sus sillas, sin posibilidad de salvarse”, expresó una testigo a la cadena de noticias ABC7.
A pesar de los cargos en su contra, familiares de Hernández la describen como una madre amorosa. “Ella no era así, realmente amaba a sus hijos”, dijo su madre, quien se mostró devastada por la situación. Mientras tanto, el padre de los niños, actualmente en prisión, fue notificado de la muerte de Amillio por un capellán penitenciario.
La comunidad de Bakersfield ha respondido a esta tragedia con una vigilia en memoria del menor, donde amigos y familiares se unieron para rendir homenaje a la corta vida de Amillio. En cuanto a Maya Hernández, permanece bajo custodia con una fianza superior al millón de dólares, y su próxima audiencia está programada para el 14 de julio.
