En un acto de protesta significativo, activistas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria colocaron la bandera de Palestina en lo alto del obelisco a Lázaro Cárdenas en Morelia, Michoacán. Esta acción se enmarca dentro de las movilizaciones en apoyo a Palestina y en contra de las políticas que el Estado de Israel ha implementado en la Franja de Gaza, que los manifestantes consideran genocidas.
Los integrantes del movimiento reiteraron su exigencia al gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo para que desconozca al régimen israelí y otorgue reconocimiento a Palestina, tal como lo han hecho varios países europeos. “Es deplorable la posición que mantiene el gobierno mexicano, enalteciendo la premisa de la neutralidad en aras de buscar la paz; la paz no se construye mientras se desborda la injusticia”, señalaron los activistas.
La historia detrás de la protesta
La bandera fue colocada en el monumento al expropiador del petróleo, simbolizando la política de asilo y rechazo a regímenes dictatoriales que mantuvo Lázaro Cárdenas durante su presidencia. En su posicionamiento, el MIR exigió al gobierno mexicano romper relaciones diplomáticas, comerciales, militares y culturales con Israel. “Debemos aislar económica y políticamente al ente sionista”, argumentaron.
Desde 1948, el pueblo palestino ha enfrentado una ocupación ilegal y una limpieza étnica perpetrada por el Estado de Israel. “A un año y 10 meses de genocidio y del uso del hambre como arma contra la vida del pueblo palestino, es inaceptable permanecer impasible frente a este horror”, afirmaron los activistas, que resaltaron que más de 400,000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han sido asesinadas en este conflicto.
El contexto internacional
Los manifestantes también denunciaron el apoyo militar que recibe Israel de Estados Unidos y el imperialismo europeo, así como el silencio cómplice de la mayoría de los gobiernos que, según ellos, constituyen una vergüenza para el capitalismo y sus instituciones. “Exigimos al gobierno de Claudia Sheinbaum que deje de ser cómplice de genocidio por su silencio y su falsa neutralidad”, concluyeron los activistas.