CIUDAD DE MÉXICO.- Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del PRI, ha declarado su intención de presentar una denuncia contra la presidenta Claudia Sheinbaum tanto en México como a nivel internacional por abuso de poder. Utilizando el hashtag #NoALaDictaduraComunistaYTerrorista, el líder priista criticó la persecución y difamación de la oposición desde la tribuna de Palacio Nacional.
Moreno afirmó que “en un claro acto de abuso de poder, usted me acusó falsamente de corrupción y lavado de dinero. Eso es absolutamente falso. Usted miente, calumnia y difama”. Además, subrayó que su patrimonio es “lícito y transparente”, asegurando que ha demostrado legalmente la legalidad de sus bienes.
El presidente del PRI enfatizó que “el máximo órgano judicial ya sentenció a mi favor y dejó en claro que no hay nada indebido y nada ilícito”. Moreno Cárdenas argumentó que estas acusaciones son meras distracciones del partido Morena para ocultar su complicidad con el crimen organizado.
En su mensaje, Moreno denunció que “todo México y el mundo saben que son un narcogobierno corrupto, cínico y criminal”. También advirtió que “vamos a proceder legalmente. Porque ninguna mentira, ningún abuso y ninguna amenaza van a silenciarnos ni a frenar la voz del pueblo de México”.
Al referirse a los señalamientos sobre los vínculos de MORENA con el crimen organizado, Moreno criticó la falta de acción del gobierno ante acusaciones probadas contra miembros de su partido, como Adán Augusto López Hernández.
Manuel Añorve, coordinador del PRI en el Senado, calificó la expropiación de terrenos en Campeche a la madre de Alejandro Moreno como una venganza política por parte del gobierno de la 4T. Añorve afirmó que “es claro que le ha molestado que Alejandro Moreno haya presentado denuncias en diferentes instancias en México y particularmente en el extranjero”.
El senador también cuestionó la legalidad de la expropiación, considerándola inconstitucional y afirmando que se trata de una farsa. Añorve mencionó que el objetivo real es la persecución política de opositores, afirmando que el gobierno busca desviar la atención de sus propios problemas de corrupción y vínculos con el crimen organizado.
Esta situación refleja una creciente tensión entre el PRI y el gobierno federal, donde las acusaciones y contradenuncias marcan el tono del debate político actual en México.
