En una reciente conferencia de prensa, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, líder nacional del PRI, expuso lo que denominó el “Cártel de Macuspana”. Durante su intervención, el político afirmó que este grupo es un “andamiaje de corrupción” que se ha desarrollado desde 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia.
La rueda de prensa tuvo lugar en el Senado, donde Moreno destacó el papel de Adán Augusto López Hernández dentro de esta supuesta organización. Presentó documentos que, según él, demuestran vínculos entre políticos y el crimen organizado. Entre las acusaciones, mencionó al senador Carlos Lomelí, quien fue nombrado presidente de la Comisión de Marina del Senado, a pesar de estar sancionado por la DEA y el Departamento del Tesoro.
En su exposición, Moreno mostró diapositivas que contenían información sobre las empresas “Lomedic S.A. de C.V.” y “Lomelí Bolaños”, las cuales supuestamente están implicadas en la venta de precursores para la fabricación de fentanilo. Además, acusó que ciertos miembros de la Secretaría de Marina han sido ascendidos por órdenes de López Obrador, aunque actualmente se encuentran en prisión preventiva por sus conexiones con el huachicol fiscal.
Moreno también presentó un documento que, según él, involucra a la actual líder de Morena, Luisa María Alcalde, en el nombramiento de vicealmirantes y contralmirantes mientras ella ocupaba el cargo de secretaria de Gobernación. Aseguró que este documento revela una red de complicidad y mencionó que los oficios fueron enviados por el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán.
En su análisis, el dirigente del PRI incluyó a varios gobernadores y figuras políticas que, según sus afirmaciones, forman parte del “Cártel de Macuspana”. Mencionó a los gobernadores de Sinaloa, Rubén Rocha; de Tamaulipas, Américo Villarreal; y de Sonora, Alfonso Durazo. También citó a personalidades como Alfonso Romo, exjefe de la Oficina de la Presidencia, y al exsecretario de seguridad en Tabasco, Hernán “N”.
Finalmente, Moreno anunció que ha presentado una denuncia ante la FBI y la DEA por los vínculos de un “narcosenador” con el crimen organizado, afirmando que trabajaron con las autoridades estadounidenses para iniciar este proceso debido a sus presuntos nexos con actividades delictivas como el contrabando y el lavado de dinero.
































































