El almirante Raymundo Pedro Morales, titular de la Secretaría de Marina, enfrentó un gran reto al pronunciar su discurso el 16 de septiembre. Este no fue solo un ejercicio de responsabilidad, sino que expone a la institución a la que representa. Los acontecimientos recientes han dejado claro que la situación no podía ser ignorada por más tiempo.
La FGR ha actuado de manera reactiva, lo que ha permitido que los daños internos y la crisis de imagen en la Secretaría se agudicen. A pesar de que algunas irregularidades habían sido evidentes desde hace tiempo, la falta de acción oportuna ha dejado a la Marina vulnerable. Nadie en los altos mandos de la institución puede decir que se sorprendió por lo que ha sucedido.
A pesar de los intentos del Gobierno por justificar su inacción, es evidente que no se tomaron medidas hasta que la situación se volvió insostenible. El trabajo de los periodistas ha sido crucial para revelar la corrupción dentro de la Marina, a pesar de los esfuerzos por desacreditar estas denuncias por parte de López Obrador.
El discurso del almirante fue un primer paso positivo, marcando un cambio en la narrativa que usualmente acompaña al Gobierno. La autocritica no es común en la administración actual, donde se tiende a presentar una imagen de normalidad a pesar de la realidad que exige atención. Al asumir públicamente la responsabilidad de los eventos en la Secretaría, el almirante deja claro que no hay manera de desestimar lo ocurrido.
Un punto crucial es lo que sucederá a continuación. Si realmente existe la voluntad política para abordar estos problemas de manera efectiva, es vital que las acciones sigan a las palabras. La retórica de “caiga quien caiga” carece de sentido si no se toman decisiones concretas. Estamos ante un esquema de corrupción que involucra a altos mandos, lo cual requiere una respuesta firme.
El Gobierno ha tomado una decisión al hacerlo público, lo que marca un cambio en la forma de gobernar de la Presidenta. Este acto podría diferenciarla de su predecesor, especialmente en un contexto donde el tema de la corrupción ha sido complicado para figuras políticas como Claudia Sheinbaum.
La reciente extradición de Hernán Bermúdez Requena también es un factor a considerar, dado que la situación ha sido un punto álgido en la política del país. Aunque algunos rumores sobre la solicitud de amparo de los hijos del expresidente fueron desmentidos, el clima de especulación sigue presente en el aire.
El discurso del almirante Morales es un indicativo de que la corrupción ya no puede ocultarse. A partir de aquí, la atención se centra en las acciones que se tomarán para abordar las irregularidades dentro de la Marina y su repercusión en el Gobierno.
