El debate sobre el bilingüismo en la infancia ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente entre padres preocupados por el desarrollo lingüístico de sus hijos. En este contexto, la pediatra Lucía Galán (@luciamipediatra en redes sociales) ofrece una perspectiva reveladora sobre los efectos de hablar a los niños en varios idiomas desde una edad temprana.
Los miedos de los padres
Muchos padres temen que hablar a sus hijos en más de un idioma pueda causar confusión o retrasos en el aprendizaje del lenguaje. Esta preocupación fue evidente en la consulta de Galán, donde atendió a un niño que provenía de una familia internacional. “Su padre era inglés y su madre belga, y decidieron hablarle en un solo idioma por miedo a que el niño sufriera un retraso”, recuerda. Sin embargo, esta creencia es un mito que la pediatra está decidida a desmentir.
“Es un error pensar que los niños bilingües tardan más en hablar o que tendrán dificultades en el aprendizaje escolar”, afirma Galán. La evidencia científica respalda su afirmación, mostrando que el bilingüismo ofrece múltiples beneficios cognitivos y sociales.
Beneficios del bilingüismo
Hablar varios idiomas desde la infancia no solo ayuda a los niños a comunicarse de manera efectiva, sino que también les otorga habilidades valiosas. Según Galán, los niños bilingües desarrollan una mayor capacidad para resolver problemas, toman mejores decisiones y son más ágiles en la realización de tareas múltiples. Esto se debe a un fenómeno conocido como flexibilidad cognitiva, que les permite adaptarse a situaciones nuevas y buscar soluciones creativas.
Además, el bilingüismo está vinculado a una mejor concentración y creatividad. “Los niños que crecen en entornos multilingües tienden a tener una capacidad de atención más elevada”, explica la pediatra. Este enfoque no solo es beneficioso en la infancia, sino que también puede tener efectos protectores en la salud cognitiva en la edad adulta.
La investigación sugiere que el bilingüismo y el multilingüismo pueden ayudar a prevenir signos y síntomas de demencia y enfermedades como el Alzheimer. Esto se atribuye a la creación de más conexiones neuronales y a la mejora en las estrategias de procesamiento de la información. Aunque hablar varios idiomas no garantiza la ausencia de estas enfermedades, se asocia con una mayor reserva cognitiva, de la misma manera que llevar una vida activa y saludable contribuye al bienestar general.
En un mundo cada vez más globalizado, aprender idiomas se ha convertido en una habilidad invaluable. Hablar más de un idioma no solo abre puertas en el ámbito laboral, sino que también enriquece la experiencia de viajar y de interactuar con diversas culturas. La realidad es que fomentar el bilingüismo desde la infancia puede ser un gran regalo para nuestros hijos, brindándoles oportunidades que trascienden fronteras.